Málaga

Fusión fracasada y ahora en el aire

  • El proyecto para ahorrar recursos no une ni a un tercio de áreas del Clínico y el Regional La imposición, los egos profesionales, métodos distintos de trabajo y el fallo del TSJA lo dinamitan

La fusión entre los hospitales Regional y Clínico -el proyecto estrella de la Consejería de Salud para ahorrar 540.000 euros y homogeneizar la asistencia- ha sido un fiasco. Sobre el papel apenas se han unido 17 de las 42 unidades de gestión clínico. En los hechos, muchas menos. Pero es más. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) pone en la ilegalidad el proceso de unión porque declara que el director gerente del SAS "carece de competencias para unificar en una única unidad directiva las unidades directivas de dos hospitales distintos", una atribución que -recuerda- la ley reserva al Consejo de Gobierno.

Pero más allá de la incertidumbre que abre en Málaga este reciente fallo judicial referido a dos hospitales sevillanos y en el que el TSJA le da la razón a Satse, la fusión ha sido un fracaso. Tres años después de anunciada la iniciativa, el balance de muchos profesionales es demoledor. "No ha servido para nada. Seguimos trabajando de forma independiente, cada servicio tiene sus listas de espera y sus recursos. La fusión no ha dado beneficios económicos ni clínicos. Ni hemos notado el ahorro, ni el aumento de actividad. Estamos igual", apuntaba un facultativo de una unidad teóricamente fusionada.

Otro médico de un área unificada, en cambio, defendía el proyecto: "Permite unificar protocolos de diagnóstico y tratamiento, concentrar patología poco frecuente para su mejor asistencia, ahorrar al tener un volumen de compras mayor, aprender de los mejores profesionales de cada centro y tener más fuerza a la hora de encarar proyectos de investigación". Pero, aunque resaltaba estas bondades, admitía que no ha funcionado como se esperaba. "Se ha recibido con desafección por parte de los profesionales porque se implantó en un momento en el que les habían tocado el bolsillo, el SAS no lo explicó bien y además ha habido muchos intereses personales. Todos estos factores se han sumado para que naufrague. Pero va a ser una gran oportunidad perdida y los profesionales van a ser culpables de que se vaya al traste. Vamos a ser dos hospitales pequeños, en asistencia y en investigación", esgrimía.

Las unidades teóricamente fusionadas son Anatomía Patológica, Angiología y Cirugía Cardiovascular, Cirugía General, Dermatología, Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Medicina Preventiva, Farmacia, Hematología, Laboratorios, Medicina Interna, Nefrología, Neonatología, Neurología, Neurofisiología y Neurocirugía, Oftalmología, Oncología Médica, Radioterpia y Radiofísica, Reumatología, Urología y Endocrinología y Nutrición. La imposición de la fusión por parte de la Consejería de Salud, los egos profesionales y las distintas formas de trabajar de uno y otro hospital han dinamitado el proyecto.

El Servicio de Cirugía del Clínico, por ejemplo, exigió hace un par de meses separarse del de Carlos Haya. El de Dermatología también remitió un escrito a la gerencia solicitando que se diera marcha atrás. "Nuestra unidad la cuentan entre las 17 fusionadas, pero en realidad cada servicio funciona por su cuenta", aseguraba un sanitario.

Tras la sentencia del TSJA, el proceso queda aún más en el aire. La Administración matiza que el fallo se refiere a dos hospitales sevillanos (el Virgen del Rocío y el Macarena) y que estudiará la sentencia. Pero no aclara cómo afectará a Málaga. Un directivo reconocía que en algunas unidades la suma de profesionales y recursos ha resultado "muy fructífera", aunque admitía que en otras ha sido "motivo de conflicto". A continuación opinaba que el talante conciliador del gerente de ambos hospitales, José Luis Doña, ha ayudado a apaciguar enfrentamientos. "Si ciertas situaciones se hubieran producido durante la gestión de Carmen Cortes [la anterior gerente], los hospitales se hubieran convertido en un polvorín". Cortes fue la que en octubre de 2012 recibió de la Consejería la misión de fusionar los dos hospitales. Tras su relevo, el proyecto se paralizó. La fusión se quedó a medias: 17 unidades unidas y 25 no.

Rafael González, secretario provincial de Sanidad de CCOO, critica que "se hizo mal por la falta de consenso y la imposición". Para Antonio Martín, presidente provincial del Sindicato Médico, "era una unión contranatura y el tiempo nos ha dado la razón. Hay que desfusionar lo fusionado de forma progresiva". El secretario provincial de UGT, Ramón Sánchez, también rechaza el proyecto "porque las unidades que funcionan unidas son muy pocas y de menor envergadura".

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