Tiempo Un frente podría traer lluvias a Málaga en los próximos días

Emprendimiento

Dulzuras artesanales

  • Empresarios rondeños transforman los mil litros de leche que producen sus vacas en yogures, quesos, natillas y otros postres hechos con recetas tradicionales y sin conservantes.

Fabricados a mano, uno a uno y con la leche que producen sus vacas como principal ingrediente, las diferentes elaboraciones que fabrica Sergio Janot y María del Mar Mulero, que comercializan bajo la denominación de Postres Rondeños, se han convertido en una especie de producto gourmet que ha logrado abrirse un hueco en el mercado.

Eso sí, para encontrar sus yogures naturales, arroz con leche, natillas, mouse, quesos o la leche fresca, tendremos que ir a las tiendas de barrio que todavía se mantienen en muchos municipios de las comarcas de Ronda, Guadalteba, Sierra de Cádiz y las proximidades de Málaga o a pequeños supermercados, en las que han logrado convencer s sus clientes y poder encontrar su espacio entre las grandes marcas que elaboran productos lácteos. Precisamente, la producción artesanal sin ningún tipo de conservantes, además de las recetas tradicionales familiares, que entre bromas dice que no desvelará, son el secreto de estos productos lácteos que se elaboran en la fábrica que instaló en el bajo de su vivienda allá por el año 2007, situada en la pedanía rondeña de Los Prados y a escasos metros de la granja en las que se encuentran sus vacas.

Desde entonces ha venido vendiendo sus quesos y leche fresca, para lo que instaló máquinas expendedoras en Ronda y Málaga, aunque ahora la sirve directamente por encargo. Curiosamente, asegura que vende más que cuando tenía las máquinas en la calle.

Posteriormente, buscando ampliar su gama de productos, empezó a fabricar el primer y único yogur natural que se hace en Ronda, para posteriormente introducir las natillas, el arroz con leche y el mouse de chocolate. Productos que siguen un mismo sistema para su elaboración, varias ollas de aluminio colocadas al fuego y, una vez terminada la preparación, una simple jarra de plástico sirve para ir rellenando los diferentes recipientes en los que posteriormente se venden. "Aquí no hay otra cosa, leche y azúcar", explica Sergio mientras vierte la cuajada para preparar sus yogures, de los que vende unas 2.000 unidades a la semana al precio de 0,50 euros.

Precisamente, el hecho de renunciar a los conservantes hace que no puedan extender las fechas de caducidad más allá del aguante que tienen los productos estando refrigerados, un tiempo que está establecido en 20 días.

Mientras tanto, en algunas de las tiendas que venden sus productos ratifican que han logrado introducirse en el mercado y cuentan con una clientela fija que va aumentando de forma progresiva. "Se venden muy bien, la gente aprecia que son totalmente artesanos", explica Antonio. Y eso que en algunos casos suelen ser más caros que aquellos que son producidos a gran escala. No obstante, en la leche fresca el precio está al nivel de las grandes firmas, ofreciendo un litro por 0,80 euros. "La compro porque sabe a leche de verdad, como la que se bebía antes en casa", dice Isabel, una de las clientas que consume esta leche fresca y que también suele comprar también arroz con leche y natillas.

De este modo han logrado transformar los cerca de mil litros de leche que producen sus vacas, teniendo su propia empresa y creando tres puestos de trabajo, además de los suyos propios. Eso sí, de momento no se plantean seguir creciendo, ya que prefieren apostar por método tradicional, controlar todo el proceso y mantener su calidad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios