Málaga

Trasteros Plus abrirá tres centros más este año y duplicará ingresos

  • La empresa malagueña de alquiler de trasteros ya ha invertido 2 millones de euros en dos años y tiene un "agresivo" plan de expansión hasta el 2020

El empresario malagueño Alberto Serrano tenía la idea clara y la llevó a cabo con éxito y a una velocidad de vértigo. Es el propietario de Trasteros Plus, una compañía dedicada al alquiler de trasteros que nació a finales de 2013 y que, en poco más de dos años, ya cuenta con tres establecimientos en Málaga y Mijas, abrirá otro en la capital el mes que viene y tiene un "agresivo" plan de expansión a corto y medio plazo. Pese a las altas inversiones, ya está en beneficios y este ejercicio prevé duplicar sus ventas hasta alcanzar el millón de euros.

Este joven malagueño -solo tiene 31 años- estudió Ingeniería Industrial y Administración de Empresas en Madrid. Lo terminó en 2008 y comenzó a trabajar en el área de expansión de una cadena nacional de distribución, lo que le obligaba a estar continuamente de viaje, sobre todo por Europa y Estados Unidos. Tanto desplazamiento le dio la idea que le ha convertido en empresario. "Veía que en Gran Bretaña y en Estados Unidos estaba muy desarrollado el sector del alquiler de trasteros, conocido como self storage, pero en España solo se encontraba en Madrid y Barcelona y en el caso concreto de Málaga solo había algo en los polígonos a las afueras, pero nada en el centro", relata.

Pensó que podía funcionar en Málaga y, ni corto ni perezoso, presentó su plan de negocio a las entidades financieras en el año 2013, cuando la crisis bancaria estaba en plena efervescencia. "Tuvimos suerte porque los bancos apostaron por nosotros y les gustó el concepto", indica Serrano. Abrieron su primer establecimiento en noviembre de 2013 en la avenida Juan XXIII con 350 trasteros tras haber invertido medio millón de euros. "Teníamos miedo de que no cuajara porque la inversión había sido muy alta, pero sí tuvo buena acogida porque la ubicación fue acertada y porque tenemos un alto componente en seguridad que la gente valora", afirma. En el local hay tres filtros antes de llegar al trastero, así como cámaras de seguridad 24 horas, central de alarmas y un seguro de 500 euros por metro cuadrado en caso de siniestro.

El primer año tuvieron un 40% de ocupación, los números salían respecto a lo previsto en el plan de negocio y se animaron a abrir más locales. Un año después, en noviembre de 2014, inauguraron un segundo establecimiento en Los Guindos también con 350 trasteros y en mayo de 2015 otro en Mijas con 230 trasteros. "Buscamos grandes barriadas con edificios antiguos que no tengan parking ni trastero", comenta el empresario. La inversión es similar en todos los centros, por lo que desembolsaron 1,5 millones de euros.

El establecimiento de Juan XXIII está ahora al 90% de ocupación, el de Los Guindos al 80% y el de Mijas al 70%. En su centro original están casi al máximo de su capacidad y han alquilado la nave anexa para duplicarlo. De esta forma, han invertido otro medio millón de euros en otros 350 trasteros y la ampliación se inaugurará en la primera semana de febrero. El local de Juan XXIII tendrá 4.000 metros cuadrados -como el Santiago Bernabéu- y 700 trasteros en alquiler, siendo el mayor de Andalucía.

Pero Serrano no quiere quedarse ahí. Adelanta que en este 2016 quieren abrir otros dos centros más -uno en la capital y otro en la costa- y el objetivo es tener 15 centros en 2020. "Queremos consolidar Málaga y luego dar el salto a Madrid y Barcelona", apunta. Son todos centros propios, descartando por ahora la posibilidad de franquiciar. Tienen ocho empleados fijos menores de 30 años, prevén llegar a 12 este año y alcanzar los 40 en 2020.

Tienen 30 tamaños de trasteros para adaptarse a las necesidades de los clientes, desde un metro cuadrado hasta 50 metros, aunque los trasteros son moldeables con paneles. Cobran 5 euros al mes por metro cúbico. "Lo normal es alquilar un trastero de entre tres y cuatro metros cuadrados y eso cuesta unos 30 euros al mes", añade. El 70% de los clientes son particulares y un 30% empresas, a las que también dan servicio de alquiler de oficinas, embalaje o servicio de mudanzas. Serrano explica que "sorprende lo que puede caber en un trastero, hasta el punto que lo que hay en un piso de 100 metros puede entrar en un trastero de 10 metros siendo clave la altura -tres metros- y la organización".

En sus centros los clientes guardan todo tipo de cosas. Desde colecciones de monedas o de relojes de cuco hasta túnicas de una cofradía de Semana Santa, ropa donada a una parroquia cercana o cuadros de un artista. Muchas empresas lo están usando como centro logístico -varias tiendas on line depositan ahí la mercancía- o para momentos puntuales. Serrano recuerda, por ejemplo, que Vueling hizo una promoción "y guardó aquí 1.500 sombrillas de playa y miles de abanicos".

En los trasteros no se puede almacenar comida, animales ni, lógicamente, productos ilegales. Cada cliente le pone un candado a su puerta y solo él puede entrar, pero para garantizar que no se depositen drogas u otras cosas extrañas la Policía rastrea habitualmente los establecimientos con los perros.

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