El Juzgado de Instrucción número 3 de Coín ha declarado la complejidad de la causa que instruye desde hace tres años en relación con el gran incendio de la Costa del Sol, declarado el 30 de agosto de 2012 en el término municipal de Coín y que se extendió por otros cinco municipios calcinando a su paso 7.175 hectáreas forestales más otras mil de superficie agrícola y urbana. Eso implica que la instrucción se ampliará otros 18 meses más dado la dificultad que está suponiendo identificar y valorar todos los daños que causó el fuego y que calcinó decenas de viviendas, vehículos, infraestructuras urbanas, parajes naturales de enorme valor ecológico y la vida de dos personas.

La decisión judicial se basa en la solicitud que presentó la Fiscalía de Málaga a finales de diciembre del año pasado para que poder continuar con la instrucción aludiendo a la reciente reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y en cuyo artículo 324 se indica que si es declarada compleja el plazo de duración de la misma será de 18 meses con opción a una nueva prórroga.

En este caso, y tras más de tres años de instrucción, el fiscal argumentó en su escrito para pedir la declaración de complejidad que se trata de una causa que involucra a una gran cantidad de víctimas o perjudicados.

La tramitación de la causa se está dilatando en el tiempo dada la complejidad de recabar todos los informes periciales que permitan determinar a qué cifra ascienden los destrozos provocados por el fuego que partió desde una finca ubicada en Barranco Blanco (Coín) por la quema de restos de poda.

De hecho, el Juzgado de Instrucción número 3 de Coín asegura que aún hay 55 posibles afectados por localizar y a los que ofrecer acciones para la reclamación de daños. De ahí, la imposibilidad de dar por cerrada la causa, ya que la mayoría son extranjeros lo que dificulta la labor iniciada en 2012.

La investigación se centró desde el principio sobre las personas que pudieron tener acceso a la finca desde donde partió el fuego para realizar las tareas de poda de los árboles que la adornaban y fue cuando todas las miradas se dirigieron a un joven vecino de Alhaurín el Grande que trabajaba como jardinero, y que fue detenido por la Guardia Civil un mes después del siniestro.

Tras comparecer ante la jueza quedó en libertad, pero investigado por los presuntos delitos de incendio, homicidio por imprudencia y lesiones al haber supuestamente realizado una quema de restos vegetales a pesar de ser una actividad totalmente prohibida durante la época de mayor riesgo en zonas forestales y zonas de influencia forestal como era el lugar donde se originó este fuego.

La Fiscalía de Málaga también solicitó en 2013 al Juzgado de Instrucción número 3 que considere al propietario de la vivienda como responsable civil subsidiario del siniestro. El dictamen remitido por el fiscal se basaba en la supuesta relación laboral que existía entre el dueño de la casa donde tuvo origen el fuego, de nacionalidad belga y que ese día ni siquiera estaba en España, y el presunto autor de la hoguera que lo propició.