Las sanciones impuestas a los establecimientos por vender bebidas alcohólicas a menores de edad o permitir su consumo han experimentado un repunte en el último año. Así, durante 2015, la Policía Local de Málaga levantó un total de 58 actas de denuncias, lo que supuso un incremento del 23% respecto al ejercicio anterior. La subida, en palabras de la directora del área de Bienestar Social, Ruth Sarabia, podría responder al aumento del número de licencias de apertura de bazares en la capital, que en algunos casos desconocen la normativa.

Según precisó, el 93% de los comercios sancionados son regentados por ciudadanos orientales. No obstante, este año, la presión policial ha dado sus frutos especialmente con estos empresarios. Las multas que se les han impuesto, de entre 3.000 y 15.000 euros, han descendido ligeramente, señaló Sarabia.

Desde 2011, la tendencia de denuncias a establecimientos en general por vender bebidas alcohólicas o permitir el consumo no se ha mantenido constante, pero las cifras han sido similares. Así, ese ejercicio, los agentes levantaron 57 actas, mientras que en 2012 fueron 52. Un año después, sin embargo, se produjo una caída significativa, del 67%, y fueron 17 las multas impuestas. En 2014 y 2015, volvieron a aumentar, situándose el total de multas en 47 y 58, respectivamente. Durante enero y hasta mediados de febrero, se han registrado siete expedientes sancionadores en esta materia.

En la mayoría de los casos en que el establecimiento es denunciado por la venta o suministro de alcohol a menores, se produce además el cierre cautelar -no administrativo- durante 72 horas. Una medida que también puede adoptarse por razones de seguridad en locales de celebraciones en que se consiente que aquellos que no han cumplido 18 años consuman alcohol.

Hasta octubre de 2012, el número de sanciones a locales por suministrar alcohol a este colectivo ascendía a 120. Ese porcentaje afectada también a locales por vender a deshora. El 85% eran bazares chinos. Su presencia creció de forma exponencial en los siete años anteriores. Un lapso de tiempo en el que se pasaba de cero expedientes en 2005 a los 103 de 2012. La comparativa sobre 2011 ilustraba, igualmente, la evolución en esta materia, puesto que ese ejercicio cerró con 62 expedientes a estos locales, lo que conformaba el 65% del total.

Estas tiendas, ya fuera por alcanzar beneficios rápidos o tener un amplio horario de apertura, resultaban más susceptibles de infringir la normativa vigente. En muchos casos, los responsables se amparaban también en el desconocimiento del idioma y de la legislación española. El Ayuntamiento editó hace varios años una guía para informar a los vendedores de las consecuencias de suministrar estas bebidas a los menores.

El envío de cartas a los progenitores tras ser sorprendidos consumiendo alcohol como medida preventiva sí han descendido. En 2015 fueron un total de 44, un 36,3% menos con relación a 2014, cuando hubo 69. Pero entre 2011 y el pasado año el mayor número de avisos se alcanzó en 2012, con un total de 99, casi un 77% más que el ejercicio siguiente. No todas las infracciones detectadas por los agentes implican siempre el aviso por escrito a los padres, pero en él los agentes del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga advierten de que sus hijos han sido sorprendidos consumiendo bebidas alcohólicas y de los efectos nocivos que la ingesta de estas sustancias puede generar. Entre enero y los primeros días de febrero, se han tramitado ocho cartas.