Málaga

La Junta dice que retirará los elementos peligrosos de amianto de los colegios

  • Educación asegura que la mera existencia de fibrocemento "no debe ser motivo de alarma" ya que es peligroso si se manipula o se rompe

En 2002 se prohibió el uso de amianto en España. Pero antes, el fibrocemento se utilizó de forma generalizada en todas las construcciones, incluidos los colegios. En tejados, en depósitos de agua y saneamiento, en placas impermeabilizantes, en calderas y calefacciones... Este mineral, muy barato y eficaz en aislamiento, estaba por todas partes. Sin embargo, su manejo y su deterioro entraña un peligro importante. Se deshace en fibras muy pequeñas y rígidas que se quedan depositadas en los pulmones y puede provocar graves enfermedades incluso 30 años después de haberlo inhalado. De ahí la queja social en general y de la comunidad educativa en particular, que llevan años demandando que se retire la uralita de los centros educativos. El martes, los padres del colegio José Calderón en Campanillas pidieron el desamiantado de la escuela y ayer la Consejería de Educación aseguró que se procederá a la retirada de "elementos peligrosos" aunque dijo que "la mera existencia de fibrocemento en colegios no debe ser motivo de alarma, pues sólo si el material se manipula, perforándolo o cortándolo, o en menor medida si se rompe, puede haber riesgo de desprendimiento de partículas de amianto".

Desde la Junta subrayaron que la normativa actual de España que prohibe la fabricación, comercialización y uso de los productos que contengan amianto no establece la obligatoriedad de su retirada ni da un plazo para dicha eliminación, "salvo el que se refiere al final de la vida útil de dichos materiales". Además, según apuntaron desde la Consejería, cualquier preocupación o inquietud a este respecto es atendida por los técnicos de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE) para su valoración y adopción de las medidas oportunas en caso de ser necesarias.

En este sentido, desde la Agencia "se trata de atender las necesidades de retirada de estos elementos siempre que se constate que puedan ser peligrosos para la comunidad escolar y evitando una alarma innecesaria". Para los padres del José Calderón, en la barriada de Campanillas, es una necesidad que se retire el tejado de fibrocemento. Dicen que está deteriorado, que tiene "roturas y fisuras de hasta 20 centímetros de diámetro, y que está formado por amianto, con el consiguiente riesgo para alumnado y profesorado del centro y su entorno". La secretaria del AMPA, María de los Ángeles Guzmán, resaltó que una orden de 2001 que dice que "se tendrá que mantener hasta el fin de su vida útil", que, apuntó, "es cuando ya no cumple su función". Para Guzmán, ese ciclo se ha cumplido, recordando que la vida útil, según la normativa, es de 30 a 50 años y el centro tiene 43, "por lo que se encuentra deteriorado".

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