Infraestructuras · Proyectos en Vía Muerta

Ferrocarriles en estado de parálisis

  • Fomento sigue sin responder a las grandes promesas, caso del tren a Marbella, la llegada del Cercanías al PTA y la Marina, y el soterramiento del tren del puerto.

La presencia esta semana del secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, ha permitido rescatar casi del olvido las muchas asignaturas pendientes que, especialmente en materia ferroviaria, han recibido nula respuesta por parte del Gobierno central, en funciones desde finales del pasado mes de diciembre. La parálisis administrativa se ceba de manera evidente sobre intervenciones enterradas en el tiempo, aparcadas por los mismos entes que debieran promover su impulso desde que la crisis económica se hizo presente.

El caso paradigmático del tren litoral, comprometido por la Junta de Andalucía hace más de tres lustros y posteriormente 'rescatado' por el Ejecutivo de la Nación encabezado por Mariano Rajoy, lidera un pobre ranking de proyectos olvidados del que forman parte la conexión de la línea de Alta Velocidad con el aeropuerto; la prolongación de las líneas de Cercanías hasta el PTA y la Plaza de la Marina, asuntos convertidos en la capital malagueña en asuntos de estado en los últimos ejercicios, y el soterramiento de las vías del tren a su entrada al puerto.

Todos ellos fueron puestos sobre la mesa el pasado martes por el alcalde, Francisco de la Torre, en una reunión de apenas media hora con el número dos del Ministerio de Fomento. Ese mismo departamento, con Ana Pastor a la cabeza, que arrancó el mandato pasado, en los primeros meses de 2012, con la seguridad de que todo cuanto estaba pendiente en la provincia iba a ser reactivado. Concluida la legislatura, y más allá, la realidad es que Pastor no ha cumplido nada de cuando dijo que iba a hacer.

Prolongación del Cercanías a Marbella

Por la envergadura de la intervención, por el tiempo que transcurre ya desde que el entonces presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves anunciase su intención de conectar por tren todo el litoral de la provincia de Málaga y por los numerosos anuncios realizados, la prolongación del ferrocarril desde Fuengirola hasta Marbella y Estepona representa a la perfección el desatino de las administraciones a la hora de afrontar un proyecto de esta índole. Primero, la Administración regional, en un tiempo en que se vio capaz de afrontar en plenitud el reto de conectar las capitales de la región por línea de Alta Velocidad, acabo por hincar la rodilla cuando la crisis económica se hizo presente. Y lo que iba a ser su proyecto estrella, llevando el tren a la única gran ciudad de más de 100.000 habitantes que sigue sin contar con conexión ferroviaria, terminando estrellado. Tanto es así que después de invertir del orden de 13 millones de euros en trabajos técnicos, estudios informativos, de movilidad y proyectos de construcción, el conocido como Corredor Ferroviario de la Costa del Sol Occidental ni siquiera pisó tierra.

Desde 2008 quedó arrumbado ante la incapacidad real de la Junta por abordar en solitario su ejecución. Ello dio paso a un escenario de presumida asociación con el Gobierno central, que llevó incluso a la creación de un consorcio en la idea de acudir de la mano al rescate de una infraestructura que sigue siendo necesaria para uno de los espacios productivos más potentes del país. Los 5.000 millones en los que se estimó su construcción fueron demasiados incluso para la alianza de ambas administraciones. La llegada del PP al Gobierno central a finales del año 2011 pareció abrir la puerta a la esperanza. Cuatro años después se ha demostrado una simple ilusión. Y ello a pesar de los muchos anuncios recitados por la ministra del ramo, Ana Pastor, y por las varias partidas consignadas en los Presupuestos Generales del Estado para realizar los estudios necesarios. Un trabajo técnico que, a priori, vendrá a sustituir al ya realizado por la Junta en la última década.

Lo último conocido, avanzado por este periódico el pasado miércoles, es que el estudio informativo encargado a Ineco acaba concluyendo lo que parecía evidente, que el tren a Marbella sólo se podrá hacer, si se quiere servir a la mayor parte de la población asentada en esa gran área geográfico, con un túnel de 52 kilómetros. Grosso modo es lo mismo que en su momento planteó la Junta. El otro interrogante, que queda por responder, es si esta infraestructura se concibe únicamente como tren de Cercanías, extensión del que ya llega a Fuengirola, como un modo de transporte más potente y competitivo con el coche privado. Hoy, ir desde Málaga a Fuengirola supone del orden de 40-45 minutos; ampliar el recorrido a Marbella en las mismas condiciones solo doblaría el tiempo, alcanzando la hora y media de distancia con la capital de la Costa del Sol. Un intervalo imposible para una infraestructura que pretende ser el referente en la movilidad de la zona.

AVE al Aeropuerto

Julio del año 2004. La llegada del PSOE al Gobierno central, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente, y con Magdalena Álvarez como ministra de Fomento, abre una etapa dorada en materia de inversión para la provincia de Málaga. El AVE hasta a la capital de la Costa del Sol, los nuevos enlaces viarios, la construcción de la hiperronda y la autopista de peaje y la ampliación del aeropuerto, con su segunda pista y la nueva terminal, entre otros elementos. Pero ese periodo no supuso el impulso cierto de una de las infraestructuras que, a juicio de los expertos, más necesaria resulta para la provincia: la conexión del AVE con el aeropuerto.

Y no sería porque no se abordó la cuestión. A mediados del año 2004, los responsables de las administraciones central y regional iniciaron contactos para abordar el modo de ejecutar esa actuación. Incluso, se avanzaba que la construcción de la nueva estación de trenes planteada en el nuevo aeropuerto iba a estar preparada para la llegada desde Madrid de trenes de alta capacidad, que posteriormente, en la idea de extender el ferrocarril hasta Marbella, podría continuar su viaje. La propia ministra del ramo en aquellos años garantizó el compromiso de su departamento por llevar el tren de Alta Velocidad hasta el aeródromo, aunque eludía poner fechas.

Pero nada de ello se ha cumplido y casi doce años después la cuestión sigue sobre la mesa. Al punto de que el propio alcalde, Francisco de la Torre, avanzó su intención de remitir una carta dirigida a Fomento para que esta actuación, que los expertos señalan como de escasa dificultad técnica y económica, pueda ser una realidad.

Cercanías al PTA

Los problemas de movilidad que vienen padeciendo los trabajadores del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) desde hace casi una década siguen siendo objeto de debate en el momento actual. Aplazada la decisión de la Junta de Andalucía de prolongar el Metro desde Los Asperones hasta la tecnópolis, las exigencias administrativas apuntan de forma directa a la extensión del la línea de Cercanías con destino a Álora. El asunto está sobre la mesa desde mediados de 2009, cuando un organismo vinculado a la Administración autonómica realizó un estudio que cifraba en unos 42 millones de euros la construcción de un ramal de poco más de 4 kilómetros desde el trazado actual hasta el parque.

A este primer paso se sumaron posteriormente numerosas iniciativas del Ayuntamiento de Málaga, con mociones aprobadas por unanimidad, en las que se instaba al Gobierno central a que estudiase la llegada del tren hasta este punto estratégico. Casi siete años después, la Administración central sigue sin dar solución a este escollo. De hecho, ni siquiera el trámite administrativo que debe permitir contar con un proyecto definitivo está culminado. El propio secretario de Estado de Infraestructura señaló la pasada semana que se seguía avanzando en el estudio, sin aportar más detalle.

Cercanías a La Marina

Menos información aún sobre una de las históricas reclamaciones del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre: la llegada del Cercanías hasta la Plaza de la Marina. Su intento por lograr el acuerdo de las administraciones regional y estatal para abordar esta infraestructura se prolonga desde 2008, sin que hasta la fecha haya obtenido la respuesta deseada. Aunque hay que remontarse a 2005 para tomar en consideración las primeras ideas municipales para que el ferrocarril procedente de Fuengirola llegase hasta el mismo centro urbano.

Todo ello en el marco de un proyecto que preveía la construcción de una gran estación modal de transportes en La Marina, donde confluyesen el Metro y el Cercanías. Incluso con el PP al frente del Ejecutivo, se mantienen las dudas sobre si los técnicos del organismo han analizado la posibilidad de llevar el tren desde la calle Cuarteles hasta La Marina. La demanda del alcalde obligó incluso a adecuar la construcción del Metro en su tramo al centro, que acorta su trazado hasta el cruce con la calle Torregorda. El proyecto del suburbano, ya en obras, ajusta su ejecución para que, en un futuro, la Administración central pueda llevar el Cercanías bajo el túnel del Metro.

Soterramiento del tren al puerto

La demanda del Puerto de Málaga para que el tren de mercancías que accede al recinto llegase soterrado se alarga a hace más de una década. Incluso, el entonces presidente del organismo portuario, Enrique Linde, reclamó que la obra fuese una realidad en el plazo de cinco años. Pero las vías del tren siguen cruzando en superficie la calle Ayala y el Paseo Marítimo Antonio Machado. Aunque con mayor retraso del esperado, el Ministerio de Fomento, en abril de 2010, llegó a poner sobre la mesa una propuesta de intervención, valorada en 50 millones, con la posibilidad de que estuviese ejecutado en 2012. La crisis económica y la decisión del Gobierno de recortar de manera sensible el capítulo de inversiones, acabó por enterrar la actuación. Estado que no ha variado en los últimos cuatro años.

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