¿Puede una joven de un instituto de Fuengirola ganar una olimpiada estadística nacional trabajando sola junto a su tutor y compitiendo con otros 223 equipos del resto del país formado por varios miembros? No solo se puede sino que Miriam Bettinetti lo ha conseguido en la categoría de bachiller y ciclos formativos de grado medio. Su trabajo se ha basado en el impacto de las tecnologías de la información en los hogares españoles y, entre sus conclusiones, indica que "el 73,1% de los hogares dispone de ordenador y el 94,2% de teléfono móvil. El 78,2% posee conexión a internet y de estos, el 69% hace un uso frecuente (al menos una vez a la semana). El 30,4% de los hogares con conexión a internet han realizado compras por internet en los últimos tres meses".

Además de esta joven, otros tres estudiantes -Alfonso Queipo de Llano, Laura Trujillo e Isabel Vega- del colegio Salliver, también de Fuengirola, han resultado finalistas en la misma categoría. Todos, junto a sus tutores, directores de centro y algunos amigos acudieron ayer a la sede del Instituto Nacional de Estadística en Málaga para recibir el premio de la Olimpiada Estadística 2016, un proyecto organizado por el INE, la Universidad Complutense de Madrid y la Sociedad de Estadística e Investigación Operativa que este año celebra su cuarta edición y cuyo objetivo es fomentar el uso y estudio de la estadística entre los alumnos de bachiller y ciclos formativos de grado medio y de enseñanza secundaria obligatoria.

"Tenemos a un ganador malagueño y a un finalista y los dos son de Fuengirola, lo que demuestra que allí hay cantera", bromeó el delegado provincial del INE, Antonio Damián Requena, quien recalcó que del más de medio millar de equipos que se han presentado en toda España en las dos categorías -ESO y Bachiller- ha habido 40 finalistas malagueños.

La gran protagonista era Miriam Bettinetti que, visiblemente emocionada pero con gran aplomo para su edad en un acto oficial con la presencia, entre otros del subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, destacó que "ha sido una gran aventura que ha despertado la curiosidad de los jóvenes y fomenta el progreso, por lo que he ganado una nueva experiencia". Previamente, su tutor, Nicolás Guillén, la puso por las nubes. "Es una persona con iniciativa, que analiza mucha información, se hace muchas preguntas, curiosa, independiente y autónoma", dijo. No era para menos porque ella sola ha realizado un estudio mejor que el de otras muchas personas juntas en el resto del país.

Por otra parte, Alfonso Queipo de Llano, uno de los jóvenes que quedaron finalistas, afirmó que "ha sido mucho trabajo, por la tarde y fuera de clase, pero hemos aprendido y disfrutado mucho". Esa es la idea. Que los jóvenes utilicen las bases estadísticas y sepan interpretarlas para poder aumentar su formación académica y personal. El tutor recibe como premio una tablet, un cheque regalo de 300 euros y un lote de publicaciones estadísticas y el alumno ganador una tablet y las publicaciones. Pero eso era lo de menos. Lo importante es que hay jóvenes muy preparados que se salen de la generalidad, rompiendo las estadísticas y aventurando un futuro prometedor.