La Fiscalía de Málaga decide archivar de las diligencias de investigación abiertas sobre la presunta destrucción de algunos de los elementos decorativos originales del edificio del Palacio de Miramar durante las obras para convertirlo en un hotel de cinco estrellas gran lujo. El ministerio público considera en el decreto de archivo, al que ha tenido acceso este periódico, que tras el análisis de la documentación solicitada al Ayuntamiento de la capital y la Delegación Provincial de Cultura, se desprende que los hechos no son constitutivos de un delito contra el patrimonio histórico artístico.

Las actuaciones a las que se refiere el fiscal en su escrito datan de noviembre del año pasado cuando el grupo municipal Málaga Ahora denunció la posible existencia de anomalías en el desarrollo de los trabajos de restauración del inmueble sobre varios de los elementos del edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de conjunto histórico.

Según la Fiscalía, los técnicos municipales afirman que el cambio de las cumbreras bicolores del edificio por teja cerámica curva vidriada, los tejadillos en fachada y las balaustradas se hicieron conforme al proyecto autorizado y no suponen un cambio determinante en la imagen del edificio.

Sobre el derribo de la escalera de acceso al jardín sin autorización ni de la Gerencia Municipal de Urbanismo ni de la Delegación provincial de Cultura, el fiscal reconoce que "efectivamente se ha producido y no estaba previsto en el proyecto autorizado, si bien matiza en su escrito que se ha aportado un informe de Cemosa en el que se detectan problemas de carbonatación del hormigón y pérdida de sección de la armadura y que la actuación deberá ser legalizada "entendiéndose justificada". Al parecer, en la documentación remitida por la Administración regional, los técnicos coinciden en las anteriores apreciaciones de la Gerencia de Urbanismo.

Por todo ello, el ministerio público hace hincapié en su decisión de archivar las diligencias abiertas en que las obras denunciadas "no pueden entenderse incluidas en el ámbito de aplicación del derecho penal".

Sí continúa la vía administrativa. De hecho, el Ayuntamiento de Málaga mantiene abiertos dos expedientes sancionadores por sendas infracciones contra la promotora del hotel Miramar, que en el mejor de los casos abrirá al público a finales de este año. El primero por la demolición de la escalera de la fachada sur. Urbanismo admitió que, aunque era una acción "legalizable", alteraba el procedimiento reglado por cuanto se trataba de una medida no contemplada en el proyecto inicial y que se ejecutó sin licencia para ello.

La segunda infracción fue abierta por el servicio de Parques y Jardines, debido a que la empresa taló una decena de árboles que se comprometió a trasplantar y que estaban valorados en unos 38.600 euros. Esta acción obliga a una sanción de 150 euros y a la reposición de los ejemplares, si bien los árboles talados no tenían una protección especial. La rehabilitacion del histórico edificio, obra de Fernando Guerrero Strachan, impulsado por Grupo Santos y que lleva la firma del arquitecto José Seguí, empezó en marzo del año pasado y alcanzará una inversión próxima a los 45 millones de euros.