Sin los actores Tim Robbins ni Juliette Binoche pero acompañado por el ex delegado del Gobierno central en Málaga Jorge Hernández Mollar, el ministro en funciones de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, almorzó ayer en el café-bar Rodríguez, siguiendo la recomendación gastronómica que el monologuista malagueño Dani Rovira le hizo en la pasada gala de los Premios Goya 2016. Tras cerrar su jornada institucional en la capital, y en plena precampaña electoral, Méndez de Vigo y Hernández Mollar se acercaron hasta el barrio de La Paz, en Carretera de Cádiz, para probar las albóndigas de Josefa Rodríguez, 'Pepa'. "Las albóndigas, de cine. Los Rodríguez, de primera. La cuenta, tirada. Sin noticias de Juliette, @danirovira", escribía minutos después el responsable en funciones de la cartera de Cultura en su cuenta de Twitter.

"Creía que era de nuevo una broma cuando ayer nos llamaron del Ministerio de Cultura para reservar una mesa", explicó Manuel Ramos Rodríguez, uno de los tres hermanos que trabaja en el negocio de la calle Haydn. "Almorzaron nuestro menú y probaron las albóndigas. Se han ido contentos y de eso se trataba, de que quedaran satisfechos y que mereciera la pena venir hasta aquí", agregó.

"Usted de menú no ha comido nunca, ¿no? Le voy a dar un consejo: le voy a invitar a Málaga. Nos vamos a ir a un bar que se llama Hermanos Rodríguez y nos ponen allí unas albóndigas...", espetó Rovira a Méndez de Vigo durante uno de sus discursos en la gala de entrega de los premios del cine español.

Y, ¿el secreto de estas albóndigas? "Ninguno. Llevan lo mismo que cualquier otras albóndigas: carne picada, pan rallado, pimienta, sal, aceite de oliva... Eso sí, la materia prima tiene que ser buena para que salgan bien", puntualizó Pepa Rodríguez, la madre de la familia al frente de este negocio sumido en una vorágine de publicidad, menciones en medios de comunicación y visitas tras la mención del monologuista, antiguo vecino que creció en las calles La Paz.