Málaga

De boda, en bicicleta

  • Una pareja y la mayoría de sus invitados usa ese medio de transporte para desplazarse en su casamiento Ruedas Redondas apoyó la iniciativa

"Si para un día tan importante como es el de la boda, se puede ir en bicicleta, es que con ella, se puede ir a cualquier parte, en cualquier momento". Con esta premisa, Mariví Maldonado y su pareja, Juan Ramón García, han querido demostrar que las dos ruedas son un medio de transporte tan útil como lo puede ser cualquier otro. Y más que práctico, con esta acción, subrayan que es "sostenible, saludable y divertido".

Con esta original iniciativa, una boda en bicicleta, ha conseguido implicar además a cuarenta de los cincuenta invitados que tienen en la lista. En coche sólo fueron las personas muy mayores y los conductores que los acercaron hasta La Cala del Moral que es donde tendrá lugar el enlace.

La comitiva partió a las doce de la mañana desde su vivienda en la avenida Herrera Oria de la capital malagueña. Doce kilómetros les separaban hasta el oasis de la playa junto al arroyo Totalán donde tendría lugar la ceremonia.

Por el camino, para esperar a los rezagados y aprovechar para hacerse el reportaje fotográfico de novios hicieron paradas en el puerto de Málaga, los baños del Carmen y el peñón del Cuervo.

La primera fue en la plaza de La Marina. "Fue allí donde nos conocimos, en una actividad de la Asociación Ruedas Redondas, y por tanto, era parada obligatoria", explicó Mariví quien al igual que su ya marido, forma parte de este colectivo con el que ambos están muy implicados.

"Con nuestra boda queremos mostrar que las bicicletas en Málaga son para algo más que para ir paseando por los carriles habilitados. Hasta para ir a una celebración tan importante no hace falta sacar el coche", insistió Maldonado quien acudió a su enlace con unos zapatos de tacón y un vestido de cola que reposaba en la canasta trasera de su vehículo.

"Los tacones tampoco son un problema para ir en bicicleta", bromeaba la novia que en un guiño reivindicativo se había serigrafiado numerosas bicicletas azules en los volantes del vestido. Todas las mujeres habían decorado el manillar con ramos de flores, y los hombres con sombreros.

Además, otra nota "divertida" del enlace, es que los invitados iban vestidos "a la moda marinera".

"En la ciudad no caben más coches, y no sólo por las obras del Metro. Al centro no se puede ir con él porque además los aparcamientos están llenos. La gente lo colapsa dando vueltas para encontrar una plaza. Los autobuses son caros y no tienen la frecuencia que necesita cualquier usuario, así que está claro, que la alternativa es la bicicleta", reivindicó Mariví quien considera que cualquier pueda usar este medio de transporte como así ha demostrado con su boda. "De la Asociación Ruedas Redondas sólo vienen cuatro parejas, por lo que el resto es familia que no están habituados a montar en ellas.

Al principio, cuando se lo propuse se sorprendieron pero luego lo acogieron muy ilusionados. Llevan meses poniéndolas a punto y practicando todo aquel que no está acostumbrado a pedalear", comentó la novia.

El viaje de novios, como no podía ser de otra forma para se coherentes, lo pospondrán a julio cuando irán con otros miembros de la Asociación Ruedas Redondas de Hamburgo a Praga, siguiendo la ruta del Elba, en bicicleta.

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