Málaga

Fiesta por una causa solidaria

  • Casi 5.000 personas participaron ayer en la 'UnicajaColorRoad', una carrera de cinco kilómetros, polvos de colores y fiesta para ayudar a la Fundación Theodora en los hospitales

Una carrera de cinco kilómetros en plan tranquilo, polvos de colores para dar una imagen vistosa, música, premios, solidaridad y, sobre todo, mucha diversión. Este es el resumen del UnicajaColorRoad, un evento que se celebró ayer por la mañana en Málaga y que congregó, según fuentes de la entidad bancaria, a casi 5.000 personas, siendo la mayoría adolescentes con ganas de pasarlo bien.

A las 10:00 ya había miles de personas junto al Palacio de los Deportes José María Martín Carpena para la organización de la carrera y hubo una serie de bailes para ir calentando las piernas. Se esparcieron los primeros polvos y muchos de los participantes ya iban completamente manchados con distintas tonalidades antes de que empezara la carrera en sí, que lo hizo a las 11:35.

Era una jornada festiva y solidaria, por lo que se veían muchas familias con niños pequeños y muchos adolescentes. Esta carrera, organizada por Unicaja, destina una cantidad a la Fundación Theodora, una entidad presente en ocho países que está formada por los doctores Sonrisa, es decir, artistas que se disfrazan de payaso y que alegran la estancia a los niños hospitalizados. La fundación surgió en Suiza y en España está presente desde el año 2000. En estos momentos hay 30 doctores sonrisa en el país que ayudan a los menores en una veintena de hospitales. Entre ellos está el doctor Bugui, Bugui; la doctora Paquicardia; o el doctor Zito. Con esta carrera se destina a esta fundación el dinero que hayan aportado aquellas personas que se han inscrito voluntariamente en una cuenta 000 aunque no hayan participado; el procedente de los dorsales infantiles y una cantidad extra que abona Unicaja. Ayer se estaba haciendo aún el recuento del importe que se donará, por lo que la cifra total se conocerá en los próximos días.

La carrera comenzó en el Martín Carpena, bajó por el estadio de atletismo, fue por el paseo marítimo y volvió a subir hasta el Palacio de Deportes, donde concluyó. Había un escenario y hubo animación con la música y los polvos, que pusieron a todos los presentes perdidos. A más de un niño le gustó la idea y, ni corto ni perezoso, se tiró al suelo y se rebozó con los tintes que estaban sobre el arcén. Las lavadoras tuvieron ayer trabajo extra en muchas casas de Málaga, pero todo sea por la sonrisa de un niño y, si está hospitalizado, mucho más.

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