Unos 9.000 euros. Ésa ha sido la cuantía económica que la ONG Madre Coraje se ha visto obligada a invertir en medidas de seguridad para frenar los robos de ropa que desde hace unos meses, según explicó a este periódico el gerente, Avelino Mañas, se vienen produciendo en los contenedores de ropa que están situados en la vía pública. Y no solo en la capital, también en otros puntos de la provincia, caso de Antequera. El colectivo ha optado por instalar unos soportes para estrechar los accesos de estos depósitos y evitar que los ladrones puedan introducirse.

En palabras del responsable, este tipo de práctica, que normalmente llevan a cabo dos personas, es similar en la mayoría de los robos que hasta ahora se han detectado. "Una persona vigila y la otra saca las bolsas con las prendas. Los contenedores tenían una boca muy ancha y podían meterse con medio cuerpo. Ahora hemos cruzado unas barras de forma que el habitáculo es menor y una persona no cabe dentro", precisó.

Pero la imaginación de los cacos no tiene límites. La asociación ha comprobado que con un gancho son capaces de hacerse con el contenido de los depósitos. De noche e incluso a plena luz del día en las proximidades de supermercados. "Los ciudadanos que son testigos de estos hechos nos mandan fotos a las 12 de la noche o a las 4 de la tarde que muestran gente hurtando a diario. Con las medidas que hemos impulsado, que nos ha supuesto un dineral, sólo pueden introducir el brazo", destacó Mañas. En este sentido, hace un llamamiento para que aquellas personas que presencien estos hurtos den aviso directamente a la Policía de forma que ésta pueda personarse en el lugar y actuar con más rapidez.

Los casos aislados han dado lugar, recalcó el gerente, a una "avalancha". "Es continuo, en el último mes han descendido pero se siguen dando prácticamente en toda Málaga. Los zapatos son un bien muy codiciado. Encontramos las cajas fuera o vacías dentro del contenedor", se lamentó.

La Policía Nacional mantiene abierta una investigación al respecto y ya habido varias intervenciones. Otras fuentes consultadas precisaron que detrás de estos robos puede estar una organización dedicada a la venta al peso de las prendas en Marruecos.

A la sustracción del contenido de los contenedores se suman también los destrozos causados, que también implican para la ONG un perjuicio económico. "Fuerzan los muelles de tal forma que terminan doblándolos. No solo perdemos ropa sino que hay un gasto mantener los depósitos en situación óptima para el ciudadano", señaló el gerente de Madre Coraje, que cuenta con unos 350 contenedores en la capital y en la provincia.