-Usted fue el primero en abrir la puerta al debate sobre la sucesión del alcalde. ¿Es consciente?

-Hay una preocupación no solo dentro del partido sino también entre los votantes del PP que se plantean si el PP va a poder seguir gobernando en 2019. En el partido tenemos que ver internamente cómo enfocamos este tema. Si va a haber un relevo, el siguiente candidato tiene que tener ciertas garantías, cierto grado de conocimiento y heredar el buen hacer de estos casi 16 años de Paco de la Torre. O si, por el contrario, el propio Paco de la Torre apuesta por presentarse otra vez.

-¿Lo ideal para el PP sería que el alcalde diese un paso al lado?

-Lo ideal es que Paco de la Torre pudiera seguir en 2019. Otra cosa es que él mismo se esté planteando no seguir. En ese caso se nos abre una dificultad para garantizar el relevo. No es un tema que deba improvisarse, tiene que abordarse con calma. No tiene sentido que un partido que gobierna bien y que tiene un candidato solvente lo deje todo hasta un mes antes de las elecciones para ver si cambia o continúa con el que está. El que marca el ritmo y tiene que tomar la decisión es el propio De la Torre.

-De la Torre tendrá 75 años al final del mandato. ¿Es razonable que sea de nuevo candidato?

-Si él quiere, el partido tendrá que planteárselo seriamente.

-¿Cualquier relevo...?

-Cualquier relevo en igualdad de condiciones tiene, a día de hoy, menos ventaja para nosotros que para la oposición.

-Cuando dice igualdad de condiciones...

-Sin haber estado como alcalde o sin haber sido apoyado públicamente por el alcalde con la anterioridad suficiente. No se trata de que el alcalde se vaya sino de buscar un mecanismo que vaya apuntando a la ciudadanía quién pudiera ser el nuevo candidato, o si es él.

-El alcalde ya admite que no se ve como cabeza de cartel en 2019. ¿Debe el PP apostar por el relevo?

-A día de hoy no hay un candidato mejor que Paco de la Torre para las elecciones de 2019.

-¿El futuro del PP en el Ayuntamiento pasa por Elías Bendodo?

-Es el que más grado de conocimiento tiene. Lo primero que hay que buscar es a alguien que se le conozca. Y por nivel de experiencia, de gestión y bagaje institucional creo que sí, que a día de hoy es la mejor opción que tenemos en el supuesto de que el alcalde quisiera dar un paso al lado.

-Acostumbrados a gobernar con mayoría absoluta, ¿cómo se gobierna sin ella?

-A veces es un poco frustrante, porque hay proyectos que quieres poner en marcha, que tienes encauzados y te chocas con la oposición que te dice, muchas veces sin criterio técnico, que no lo ve, que se haga una consulta ciudadana... Que te lo echen abajo por una cuestión ideológica frustra y cabrea. Si la ciudadanía supiese realmente los motivos por los que muchos proyectos están parados recriminaría a la oposición muchas cosas. Hay un mero interés en parar proyectos.

-¿De su socio de investidura esperaba más?

-El problema que tiene mi socio de investidura es que está en campaña electoral permanente, siempre pensando en qué efecto tendrá en las siguientes elecciones cualquier decisión que tome aquí. Hay proyectos que respaldan, con una oposición responsable, pero no pueden decirnos a todo que sí. Y eso hace que en proyectos que son realmente buenos se dejen guiar por el PSOE. Me viene a la mente el proyecto del Metro, Hoyo de Esparteros y las torres de Repsol. Les gusta mantenerse en un terreno ambigüo y eso da alas a la oposición. ¿Por qué no lo hace? Porque eso implicaría decirle a los electores que está más próximo al PP o al PSOE y como tiene el interés de mantenerse en medio, sacrifican proyectos. Ya podríamos estar construyendo un parque en Repsol. También es verdad que nosotros elegimos la fórmula de la consulta popular, de la que estoy completamente en contra.

-¿Por qué?

-Se presta mucho a la demagogia barata. Un proyecto que se ha presentado dos veces a una campaña como proyecto estrella del PP y ha sido refrendado mayoritariamente por los ciudadanos... No sé que más consulta popular quieren. Que no me vendan la moto de árboles o torres, son torres y además árboles y no en un trozo sino en toda la ciudad. El último día en el Pleno no querían que las propuestas llevaran un informe de intervención. ¿Cómo es posible? Porque saben que no es viable. No se trata de hacer un parque sino de parar el proyecto del PP.

-¿Usted se pone fecha de caducidad?

-Siempre he dicho que este es mi último mandato. Me marqué que tenía que dejar la política antes d ellos 40 y en esa idea estoy. Últimamente me gusta menos lo que hago, porque aquí hay unos cuantos que intentamos sacar cosas adelante y otros que tratan que no lo hagamos. A veces me cuestiono si estoy perdiendo el tiempo en muchos casos.

-Hablemos del Metro. ¿Si estuviera en su mano qué haría?

-Ha habido 20 millones de beneficios el año pasado para la parte privada, se rifan los inversores las acciones que salen y tenemos un contrato leonino para la administración pública. Sin embargo, a los de la oposición, que nos critican por Limasa, esto les parece estupendo. 13 euros de tarifa técnica del Metro lo ven normal, cuando una carrera media de taxi son 5 o 6 euros. Apelo a ese debate, no si el Metro tiene que ir soterrado, en superficie o un Metrobús. Este contrato es el del milenio. Creo que este metro no es sostenible de ninguna manera. Ni va a serlo porque lo llevemos al Civil en tranvía ni porque planteemos un Metrobús. Es de mucho más calado. Pero la Junta no quiere hablar del problema real del Metro. Hay que plantearse si podemos permitirnos un Metro a 13 euros la tarifa técnica.

-Limasa. Usted dejó claro que lo que no debe hacer el Ayuntamiento es repetir la fórmula de la empresa mixta. "Tiene lo peor de lo público y lo peor de lo privado", llegó a decir. El alcalde ahora habla de municipalización.

-Lo que el alcalde dice es el ideal. Si estos señores se adaptaran al régimen del resto de trabajadores del Ayuntamiento, estaríamos hablando de bajada de sueldos, pero sé perfectamente que eso no lo van a permitir. ¿Ellos qué ganan si Limasa es municipal? Al contrario, pierden. Seguro que el comité de empresa entiende que no le interesa hacerse municipal, sino mantener el estatus que tiene ahora. La oposición juega a algo que sabe que los propios sindicatos no quieren. Y nosotros vamos a evidenciar lo que supondría una municipalización del servicio. Me sorprenderían que los trabajadores de Limasa, teniendo en cuenta lo poco solidarios que han tenido hasta la fecha, de repente haga una autobajada de sus condiciones laborales. Me sorprendería muy gratamente.