Málaga

El número de fumadores empieza a bajar por el endurecimiento de la ley antitabaco

  • Médicos aplauden la decisión del Málaga CF de prohibir fumar en las gradas Un experto, sin embargo, cree que la medida es "excesiva" porque no se basa en la evidencia científica

La prohibición de fumar en los establecimientos de hostelería en 2011 fue un endurecimiento de la ley antitabaco y levantó mucha polémica. Las estadísticas reflejan que la medida no ha sido en balde ya que supuso un punto de inflexión y ha conseguido que empiece a bajar el número de fumadores. Exactamente un 4% entre 2012 y 2014, según los datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Ahora que el Málaga FC anuncia una medida restrictiva más allá de las prohibiciones estipuladas por la ley -como es la de no permitir fumar en las gradas a partir de la próxima temporada-, conviene tener en cuenta este cambio de tendencia impulsado por aquel cambio legal. Los fumadores ascienden en España al 29%, cuatro puntos por debajo que en 2012. Aún así, la cifra es más alta que la media europea, situada en el 26%.

El experto en deshabituación tabáquica de la AECC, Salvador Oña, cree que en gran parte esa caída de cuatro puntos se debe al endurecimiento de la ley, aunque sostiene que también ha influido el incremento del precio de los cigarrillos.

Los médicos consultados por Málaga Hoy aplauden la decisión del Málaga de prohibir fumar incluso en las gradas. "Todo lo que sea hacerle un cerco al tabaco me parece bien. Reconozco que mi opinión puede ser sesgada porque veo los cánceres de pulmón", argumentó el oncólogo del Clínico José Antonio Medina. El facultativo recordó que al fútbol también van niños y no fumadores y que los asientos en el estadio están "pegados".

Sorprende en cambio la opinión de Oña, un especialista que desde 1999 ha atendido en la AECC de Málaga a más de 4.500 fumadores en su intento por dejar el hábito. "La decisión del Málaga me parece excesiva. En espacios cerrados tiene su lógica porque es para proteger a los fumadores pasivos, pero en espacios abiertos no veo que sea pertinente", esgrime. El facultativo aclara que desde un punto de vista social, la restricción que pretende aplicar el club más allá de lo estipulado por la ley puede tener "un valor positivo" porque traslada el mensaje de no normalizar el consumo de tabaco en el ámbito deportivo. No obstante, manifiesta que es una medida que "no se sustenta en la evidencia científica" porque no está demostrado que la toxicidad del tabaco suponga un peligro para los no fumadores en espacios abiertos.

La restricción no es nueva en el mundo deportivo. El Barcelona la aplica desde 2012 y el Atlhetic, desde que se mudó al nuevo San Mamés. Diez estadios de Francia también la llevan a cabo en la Eurocopa.

Para el presidente de Neumosur -que agrupa a los neumólogos andaluces- es una medida acertada. Aurelio Arnedillo sostiene: "Aunque sea un espacio abierto, los que están al lado, en la grada, están inhalando el humo y son fumadores pasivos. No es restringir la libertad de los fumadores, es proteger la libertad de los fumadores pasivos". Francisco Marín, neumólogo del Clínico, también está a favor de la iniciativa del club "no ya por el riesgo de cáncer" a largo plazo, sino por los efectos inmediatos. "Al fútbol van niños, enfermos respiratorios crónicos y asmáticos. Hay personas a las que el humo les irrita los bronquios de manera inmediata", explica.

Para Marcos García, responsable de la Unidad de Tabaquismo del Regional, la medida es un acierto. El especialista recuerda que ya la Liga Inglesa la aplica desde 2007 y que en Nueva York no se puede fumar en los parques públicos. En su opinión, la restricción que aplicará el Málaga desde la próxima temporada es un avance porque supone "hacer que no sea normal el fumar" y transmitir una imagen del deporte sin humos.

Oña, en cambio, es partidario de medidas que no se tomen por "ir a la moda" y que sean más eficaces a la hora de arrinconar al tabaquismo, como acabar con los patrocinios en eventos deportivos de las tabaqueras, mantener una alta presión impositiva sobre el tabaco y lanzar mensajes de sensibilización en los medios de comunicación sobre sus efectos nocivos.

En España fuma el 31% de los hombres y el 21% de las mujeres. Pero la brecha entre ambos sexos se va reduciendo por la incorporación de la mujer a este hábito nocivo. Por ello, hay algunos tramos de edad en los que las fumadoras superan incluso a los varones. Exactamente, de los 25 a los 45 años. En el hábito hay diferencias de sexo: las mujeres demandan más ayuda para dejar de fumar y tienen más éxito cuando se trazan este objetivo.

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