Patrimonio

El tesoro oculto de Ronda

  • Los fondos del museo municipal albergan 20.000 lotes de piezas sin exponer. Entre ellas los sistemas de conducción de agua de los romanos.

Ronda posee una gran cantidad de tesoros históricos, muchos de ellos convertidos en la actualidad en grandes atractivos turísticos, aunque otros permanecen guardados en los almacenes de fondos del museo municipal, como un tesoro oculto que permanece a la espera de poder contar con una nueva sede en la que mostrar todos estas joyas históricas, si bien, de momento, no hay fecha para contar con un nuevo museo que sustituya a las pocas salas disponibles en el Palacio de Mondragón.

La cifra, de por sí, es llamativa: 20.000 lotes de piezas están almacenados en los grises pasillos de los bajos del museo. Con ellos sería posible contar la historia de la Serranía de Ronda en el contexto en cada momento histórico hasta remontarse 300.000 años en el tiempo, ya que estos lotes están compuestos por las muestras recogidas en todas las excavaciones realizadas desde 1984.

El sistema que defienden los técnicos de la concejalía de Patrimonio es el de apoyar con piezas la explicación de cada momento histórico y así utilizar estas muestras para apoyar el discurso de difusión. Además, el museo de Ronda es el único que podría considerarse como una subsede del provincial al que tienen que ser remitidos los restos arqueológicos que son localizados, lo que permite contar con una enorme riqueza para explicar la historia de la comarca, por lo que contar con un museo de carácter comarcal para difundir las etapas históricas se considera la "aspiración" que debería buscarse. Ello daría un paso necesario para continuar con el desarrollo que inició Rafael Lobato para dar origen al actual museo municipal, un proyecto de desarrollo que fuentes municipales consideran que sufrió un "frenazo" allá por 1991, sin que desde entonces se haya retomado un proyecto para avanzar. De hecho, estas fuentes resaltan que la ciudad haya tardado 50 años en contar con una concejalía del Patrimonio como tal. De igual modo, defienden que el museo debería servir como una guía para que los visitantes pueda salir a la ciudad y la comarca para ver in situ las explicaciones que habrían recibido, ya que "la propia ciudad es un museo".

Entre las piezas arqueológicas guardadas se encuentran algunas tan extraordinarias como los sistemas de conducción de agua que utilizaban los romanos o los ingenios que utilizaron en estas tuberías en la ciudad de Acinipo pasa salvar los problemas que ocasionaba la presencia de aire en su interior. Estos restos demuestran que en l siglo 3 a. C. ya había distribución de agua potable, aunque no volvería a contarse con un sistema de distribución en la ciudad hasta el siglo XIX.

Por otra parte, también se cuenta con una importante colección de cerámicas y ajuares, entre los que hay platos de verde y manganeso, platos de ajuares de época nazarí, jarrones de la Alhambra o vasijas neolítica. A ellos de unen otros como restos de ventanas de Acinipo, fuente califal o una lucerna cristiana.

No obstante, son sólo algunos ejemplos de los existentes, entre los que hay importantes muestras de monedas de la época visigoda, entre ellos un triente que muestra en el anverso al rey y en el reverso al príncipe asociado al trono Égica-Witiza, o láminas de oración judía del siglo II o III d.C. Unos fondos que seguirán guardados en su gran mayoría hasta que se pueda disponer de unas instalaciones en las que hacer realidad la aspiración de un museo con visión comarcal.

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