Los agricultores de la comarca del Guadalhorce podrán respirar de alivio un mes más de lo previsto. Las abundantes lluvias caídas el pasado mes de mayo, más de cien litros por metro cuadrado, permitieron un ahorro de agua de los pantanos de la zona que ahora permitirán prolongar la campaña de riego un mes más de lo previsto en la planificación de este año.

Es decir, los regantes dispondrán de agua hasta el 15 de septiembre, con posibilidad incluso de recibir un riego extra a mediados de octubre y otro en noviembre si no lloviera hasta entonces. La Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha accedido así a la petición realizada por la Asociación Provincial de Regantes de Málaga (Aprema) para poder dar garantías a los regantes que quieran arriesgarse a plantar las hortalizas de invierno, una opción descartada por completo hasta ahora puesto que en un principio se determinó que la campaña de riego se cortaría este año el 15 de agosto por los escasos recursos que almacenan los tres pantanos del Guadalhorce.

El delegado territorial, Adolfo Moreno, dio ayer a conocer la decisión a los regantes y organizaciones agrarias en la mesa del agua a la que fueron convocados para explicarles la realidad de la situación. A pesar de que los tres embalses entrarán oficialmente en prealerta por sequía a mediados de agosto, los técnicos del sistema han determinado la disponibilidad de reservas hídricas embalsadas suficientes para atender la demanda de los regantes de la zona, que aseguran "haber hecho un esfuerzo enorme para poder prolongar el riego", según el secretario de Aprema, Juan Antonio Aguilar.

Las lluvias de mayo permitieron ahorrar de los embalses más de tres hectómetros cúbicos, a los que habría que sumar algo más de un hectómetro cúbico gracias a un uso más racional del agua por parte de los agricultores de la zona. Tampoco en junio se ha consumido el agua planificada y se ha hecho uso de 5,9 hectómetros cúbicos de los siete autorizados para el riego.

Con esta situación, los regantes podrán disponer de siete hectómetros cúbicos en el mes de julio, otros siete en agosto y unos tres en la primera mitad de septiembre, según las estimaciones de la Delegación Territorial de Medio Ambiente.

Aún así, todavía restarían unos cinco hectómetros cúbicos de los 38 planificados para riego en el actual año hidrológico que, si fuera necesario, podrían repartirse para un par de riegos extraordinarios en octubre y noviembre. En lo que va de año han gastado 15.

Pero ni la Junta de Andalucía ni los propios agricultores quieren aventurarse a definir un escenario tan lejano aún y que dependerá de si llueve o no a partir de septiembre. A día de hoy desde luego la situación no es muy halagüeña. Los tres embalses del Guadalhorce almacenan en estos momentos 190 hectómetros cúbicos, ocho menos del límite que el Plan Especial de Sequía de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas (PES) marca para declarar la prealerta por sequía. Sin embargo, deben transcurrir dos meses de forma consecutiva en los que el volumen de agua embalsada esté por debajo de 198 hectómetros para que oficialmente sea declarado el primer nivel de sequía, algo que ocurrirá con toda seguridad.

De hecho, las propias estimaciones de la Delegación territorial de Medio Ambiente apuntan a que a finales del actual año hidrológico, el próximo 30 de septiembre, los pantanos del Guadalhorce almacenen 150 hectómetros cúbicos dado que se avecinan los tres meses de mayor consumo de agua y en los que apenas se espera que llueva. Pero los propios regantes exigieron ayer a los responsables de la Junta más control sobre los agricultores no constituidos en comunidades de regantes y sobre los que hacen un mal uso del agua porque "es donde se produce el mayor despilfarro de agua", advirtió Aguilar.

La Axarquía gasta la mitad de agua para el riego

Con 10.000 hectáreas dedicadas al cultivo, algo más que la zona del Guadalhorce , los agricultores de la zona de la Axarquía gastan aproximadamente la mitad de agua debido a que cuentan con infraestructuras más modernizadas. Se calcula que cada año se destinan unos 20 hectómetros cúbicos procedentes del pantano de La Viñuela y otros 10 hectómetros cúbicos de pozos para el riego del total de la superficie cultivada. En el Guadalhorce , en cambio, se necesitan unos 38 hectómetros cúbicos de los pantanos y otros diez de pozos, ya que debido al mal estado del canal de riego la mitad del agua se pierde.