Málaga

La Seguridad Social mantiene en el abandono al hotel Los Álamos

  • La debacle del grupo Summa Hoteles llevó la crisis al complejo, que ha sido desvalijado

La Seguridad Social pretende vender desde hace cerca de dos años el hotel Los Álamos, un tres estrellas que después del verano de 2014 nunca más volvió a abrir sus puertas al público, arrastrado por el desbarajuste de la empresa Summa Hoteles que había asumido su gestión.

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga declaró el concurso necesario de acreedores de Summa Hoteles en abril de 2014. No obstante, el establecimiento estuvo abierto con normalidad durante todo aquel verano, hasta que al término de la temporada alta cerró como cada año con la previsión de reabrir la siguiente primavera. Echó el cierre en buen estado y totalmente equipado. Sin embargo, ya nunca más volvió abrir y apenas unos meses después solo quedaba el esqueleto. Televisores, ropa de hogar, carpintería metálica, ventanas, puertas, sanitarios, tuberías... Todo ha sido meticulosamente arrancado hasta quedar solo el cascarón del edificio que, desde entonces además se ha ido completando con graffitis. Fuentes oficiales de la Subelegación del Gobierno afirman que la Tesorería de la Seguridad Social sigue adelante con su intención de venta Los Álamos, aunque sin entrar en más detalles.

Lola Villalba, responsable provincial de hostelería del sindicato Comisiones Obreras, lamenta que el Estado haya permitido el desmantelamiento y muerte del hotel en un momento, además, en el que el negocio turístico goza de excelente salud con tasas de ocupación históricas. "Tiene unos jardines preciosos", subraya.

La Seguridad Social tenía adjudicada la gestión de Los Álamos al grupo Summa Hoteles, fundado por Francisco Cuns. La caída de esta compañía ha acelerado el declive del complejo.

Summa, a través de varias sociedades, tenía la gestión de nueve hoteles en la Costa del Sol y la propiedad de varios de ellos. La empresa empezó ya en 2012 a dar muestras de dificultades con nóminas sin pagar y amenazas de expedientes de regulación de empleo. En enero de 2013 cedió la gestión al grupo Kross Hoteles, pero el rumbo de la compañía no mejoró. "La fórmula ha sido siempre la misma. Llegaba una empresa, explotaba los hoteles, no pagaba la seguridad social, no pagaba las nóminas ni los impuestos municipales y desaparecía", resume Lola Villalba.

Finalmente, un juzgado de Murcia acordó en febrero de 2015 auto de declaración de concurso necesario de acreedores de Kross Hoteles. Con las dos empresas en concurso de acreedores necesario, término que significa que han sido los acreedores los que han solicitado la intervención judicial y no la empresa, todos los complejos, salvo uno, que permanecían activos cerraron el año pasado. La magistrada del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga acordó, a instancias del administrador judicial, la clausura de los hoteles Greco, Goya y Marina Sur. Los dos primeros porque carecían de permiso de apertura y el último porque no disponía de agua corriente. Los impagos habían provocado que se suspendiera el servicio, de modo que el hotel estaba abierto y se suministraba a través de cubas.

El único complejo que ha conseguido salvarse de la debacle ha sido el hotel Fénix, un hotel de cuatro estrellas comprado por Marganda XXI, una compañía hotelera con sede en Salou (Tarragona) que, además, ha asumido gran parte del personal que trabajaba en los hoteles de Summa en la Costa del Sol.

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