Málaga

Viaje para olvidar Chernobyl

  • Un total de 15 niños bielorrusos afectados por el desastre nuclear son acogidos por diferentes familias de la provincia durante el verano

Una quincena de menores bielorrusos afectados por el desastre nuclear de Chernobyl pasarán a partir de hoy dos meses alejados de la radiación con familias de acogidas malagueñas en distintas localidades de la provincia.

Estos niños proceden de la región de Rechissa y Gomel, al sur de Bielorrusia y dentro de la zona más afectada por la contaminación de Chernobyl, la cual se encuentra en un radio de 50 a 80 kilómetros entorno a la central nuclear ucraniana.

En su estancia en Málaga evitan vivir durante un par de meses sin contaminación y vuelven a su país "con sus cuerpos desintoxicados de radioactividad y preparados para afrontar un invierno duro", explicó a Efe la presidenta de la Asociación La sonrisa de un niño -organizadora de las acogidas-, Estebina Martos.

Los niños pueden disfrutar de la playa, el clima y la dieta mediterránea -en su país la tierra es fértil, pero presenta un alto grado de radiación-, y esto les permite reducir los niveles de radio nucleidos en su organismo, recuperar las defensas y alargar su esperanza de vida entre 12 y 18 meses.

Durante la estancia los menores se suelen adaptar bien a la convivencia con sus familias de acogida y tanto ellos como sus padres y hermanos españoles repiten, normalmente, cada año hasta que que cumplen los 17.

Este es el caso de Yauhen Brakarenka, de 12 años, que ha venido ocho veces a Málaga y quien destacó los amigos que ha hecho en todo este tiempo y que le gusta "todo" de la provincia, especialmente la playa.

Para su hermano de acogida Pablo él es uno más de la familia, le ha enseñado a "compartir más" y afirmó que le gustaría visitar Bielorrusia si tuviera la oportunidad.

Gracias al teléfono móvil y al uso de aplicaciones como Skype o Whatsapp los menores pueden estar en contacto con sus familias, tanto con las bielorrusas como las españolas, explicó Martos.

La iniciativa de la asociación surgió en 1997 y las familias acogedoras se encargan de los gastos de alojamiento, manutención y atención, mientras que los viajes se financian, en parte, con la venta de loterías, huchas solidarias y la participación en verbenas populares.

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