Irrumpió en la gasolinera situada en la avenida de Carlos Haya portando una navaja y una pistola simulada, que llevaba medio oculta. Accedió hasta el mostrador y se llevó la recaudación que encontró en la caja. Las cámaras de seguridad recogieron la secuencia de los hechos. La Policía Local no tardó en encontrarle.

Fue en torno a las 16:00 cuando un aviso en la Sala del 092 informaba de lo ocurrido. Un individuo había atracado la estación de servicio. Desde el centro coordinador se movilizó a varias unidades para localizar al responsable del asalto, que según la descripción aportada por los testigos y que constaba en las imágenes, tenía un aspecto desaliñado. La búsqueda fue fructífera y, en cuestión de minutos, los agentes identificaron en la zona de Soliva a un hombre que respondía a las características. Un empleado de la gasolinera afectada explicó a este periódico que el presunto autor salió corriendo tras hacerse con el dinero que había conseguido. El botín no superaba los 78 euros.

Poco antes de que se produjera el atraco, un hombre había sido asaltado con un arma blanca en la misma calle. La víctima entró en la gasolinera para pedir ayuda. Según su versión, el agresor intentó apuñalarle en la zona del abdomen. No lo consiguió, pero sufrió cortes en el antebrazo al intentar defenderse. Dada la proximidad que el establecimiento tiene con el Hospital Regional de la capital, no fue necesario dar aviso a una ambulancia. Desde la gasolinera afirmaron que se trataba del mismo asaltante.

El lunes, uno de los dueños del restaurante El Balneario, en los Baños del Carmen, sufrió un atraco. Un hombre entró con violencia y, sin articular palabra, lo encañonó. El empresario solo atinó a gritar y a lanzar patadas, lo que frustró el robo. "Preso del pánico me caí al suelo. La pistola me pareció real, la vi claramente. Estaba convencido de que me pegaba un tiro", explicó. El autor huyó junto a otro individuo sin el botín.