Política

La marcha de Gámez como reflejo

  • Históricos dirigentes inciden en la incapacidad del PSOE para llegar a la sociedad de Málaga capital. Algunos cuestionan que el partido desaproveche ahora el espacio de la portavocía.

La anunciada dimisión de María Gámez como portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga y su abandono de la política activa, tras 12 años en la misma, abre de nuevo a la reflexión el papel que la formación socialista viene jugando en las dos últimas décadas en la capital de la Costa del Sol. Con la marcha de Gámez, son ya siete los dirigentes locales que han tomado la puerta de salida en la Casona del Parque, incapaces de arañar espacio al Partido Popular y a Francisco de la Torre.

Gámez, que el 1 de septiembre hará efectiva su marcha, alega motivos personales y el deseo de dedicar más tiempo a su familia como razón de su despedida, aunque ello coincide con un escenario en el que ha sido derrotada en dos citas electorales, las de 2011 y 2015 (en ambos casos cosechando 9 concejales), y ha sido incapaz de auparse como alternativa cierta al veterano regidor del PP.

Málaga Hoy ha querido conocer la opinión de algunos históricos del Partido Socialista en la provincia acerca de la situación en la que queda el partido tras este nuevo adiós. "Esto merece que alguien se siente a reflexionar sobre si lo que se está haciendo está en la línea de defender los interese generales de la gente y si no es así, variar el rumbo; no se puede seguir viviendo convulsionados de manera permanente", explica Juan Fraile, quien fuera presidente del PSOE y de la Diputación provincial.

Para Fraile, lo ocurrido ahora con Gámez genera la impresión "de que se entrega la cuchara" poco más de un año después de iniciar el mandato. "Lo de María se venía cantando desde hace tiempo; es un valor y seguramente en otras circunstancias hubiera dado un juego magnífico", añade, lanzando un mensaje directo a los responsables del partido: "el que la lleva la entiende y ellos que la llevan sabrán lo que hacen y no hacen".

En esta misma línea, el que fuera secretario general socialista en los años 90, José Asenjo, considera que la salida de Gámez "es un signo de debilidad del partido para hacer frente a De la Torre". "Su dimisión se comprende, porque es algo muy personal y porque no sería candidata después de perder dos elecciones; da el paso a que el partido prepare una candidatura; eso no me parece mal pero es reiterativo que en todos los mandatos pase lo mismo", señala. A su juicio, en este escenario, hay un trabajo importante a desarrollar por parte del grupo municipal. "La posibilidad de ser una alternativa real al PP o a De la Torre no sólo depende del candidato sino también del partido; hace falta que tenga suficiente credibilidad para recuperar la Alcaldía", apostilla.

Uno de los siete portavoces municipales que en su día tomó la puerta de salida fue Enrique Salvo. Apenas lo ocupó dos semanas, tras sustituir a Marisa Bustinduy, antes de ser fichado por la entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, como jefe de Gabinete. Para Salvo, la dimisión de Gámez "tiene una importancia extrema". "Es verdad que ha habido sustituciones más forzadas, como la mía, pero hay una grave crisis política que no se sostiene en el caso de Málaga y de su provincia".

"No hablamos sólo de los resultados electorales y de la pérdida de confianza, sino también de que hay una pérdida de liderazgo", critica abiertamente. Salvo cree que el principal problema que tiene el partido es que "no sintoniza con la ciudadanía". Y, sobre la dirección, sentencia: "parecen más preocupados del mantenimiento y blindaje de un staff muy localista, no importando el enorme éxodo de la militancia; de una militancia activa en los años 80 y 90 se ha pasado a una militancia que no se ve y no se siente". Y añade: "son cada vez más los descontentos y los que no confían en un discurso que no existe; lo que ha pasado con Gámez es un ejemplo".

José Aurelio Aguilar Román, antiguo vicesecretario general del partido, rebaja la trascendencia de la salida de Gámez, considerando como "normal que pasen estas cosas mientras haya un alcalde con un apoyo electoral tan grande". "Es lógico que al principal partido de la oposición le cueste encontrar a alguien que contrarreste; eso ya le pasó al PP cuando gobernaba Pedro Aparicio", argumenta.

Sobre la decisión anunciada por la aún portavoz municipal, Aguilar entiende "un acierto que deje paso" si sabe que no volverá a concurrir a las elecciones de 2019, con el fin de que el partido "pueda ir forjando una alternativa al PP". Sin embargo, se mostró crítico con el camino adoptado por la dirección provincial, apostando por María del Carmen Moreno como nueva portavoz municipal. "No sé si es adecuado prescindir de la portavoz para no usar ese espacio con quien va a contrarrestar al PP en 2019", añade.

Para Enrique Linde, otro histórico del PSOE, a la cuestión personal que hay sumar "la falta de horizontes" como causas de la salida de Gámez. "La labor de concejal de oposición es muy dura", destaca, al tiempo que subraya las dificultades que está teniendo el PSOE desde hace años para "encarar su papel de oposición".

"Hay que plantear un proyecto que conecte con la mayoría social"

El último episodio de convulsión en el seno del grupo municipal del PSOE en el Ayuntamiento, institución que aspira a gobernar sin éxito desde hace 21 años, genera incluso un discurso de autocrítica en el seno de la actual dirección del partido en la provincia. "Desde 1995 hasta ahora tanto el cabeza de cartel como el proyecto político que hemos presentado no ha concitado la confianza de los malagueños, eso es evidente", afirman fuentes próximas a la dirección socialista, que relativizan el hecho de que en los últimos 16 años, desde que Francisco de la Torre está en la Alcaldía, hayan sido nombrados hasta siete portavoces municipales del PSOE. "Hay que tener en cuenta que dos de ellos se presentaron en dos ocasiones a las elecciones", recuerdan. Ambas candidatas, Marisa Bustinduy y María Gámez , aguantaron apenas el primer año del segundo mandato en la oposición. "Más que una falta de liderazgo hablaría de que en estos veinte años hemos intentado ofrecer diferentes carteles electorales porque los anteriores no ganaban; se ha intentado con diferentes pero no se ha conseguido", inciden las fuentes, que apostillan: "la dirección es consciente de que en estos veinte años el PSOE no ha sido capaz de conectar con la mayoría social y tenemos que plantearnos para el futuro un proyecto y una candidatura que sí sea capaz de conectar con ella".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios