Una pelea entre ocho personas, cuatro chicas del Reino Unido y otros tantos hombres, todos ellos de origen francés, se saldó durante la madrugada del martes en la zona de discotecas de Puerto Banús, en Marbella, con un detenido y una chica herida. El individuo, de 23 años, fue arrestado como presunto autor de un delito de lesiones después de haberle propinado un puñetazo en la cara a una de las inglesas, de 19 años, según informaron fuentes policiales. La víctima, a la que según testigos consultados había conocido esa misma noche, tuvo que ser hospitalizada tras haber sufrido la rotura del tabique nasal.

Los hechos ocurrieron en la avenida Julio Iglesias, una de las principales arterias del municipio y donde suele ser frecuente la presencia policial. Fue en torno a las 6:20 cuando una dotación de la Policía Local tuvo conocimiento de que se había producido una discusión entre varias personas. Hasta el lugar se desplazaron distintas unidades del citado Cuerpo, que procedieron a identificar a las partes que supuestamente estaban implicadas en la reyerta. Los agentes comprobaron que una joven sangraba abundantemente por la nariz como consecuencia, al parecer, de un golpe que había recibido. Así, dieron aviso a los sanitarios, que a su llegada trasladaron a la herida hasta el Hospital Costa del Sol de Marbella, donde se le practicaron diversas pruebas para conocer la gravedad de la lesión. Tenía fracturado el tabique nasal.

Otra de las turistas también se hirió un brazo al caer al suelo después de haber sido empujada en el transcurso de la pelea. Un comerciante oyó voces y se percató del alboroto. Testigos, según su testimonio, comentaron que las chicas habían salido de una discoteca y que una de ellas tuvo un desencuentro con uno de los implicados. "Estaba en el suelo y le sangraba la cara. La intervención policial fue rápida, también ayudaron trabajadores de seguridad de una empresa del puerto. Había en total entre 10 y 12 agentes de la Policía", resaltó.

A mediados de este mes, también fue detenido un individuo que amenazaba a los turistas con un fusil de asalto en el paseo marítimo de Marbella. Varios turistas se refugiaron en un hotel de la zona. Allí aseguraron al recepcionista que estaban muy asustados y que huían de un hombre que iba armado.