"Para denegar la petición e una licencia tiene que haber unas razones. ¿Cuáles podrían ser? No se dieron la otra vez y no sabemos si se pueden dar ahora". El mensaje lanzado por el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, avanza en la nueva posición que desde hace algunas semanas mantiene el Ayuntamiento ante la noria de 70 metros que se levanta sobre los suelos de Muelle Heredia. Si otrora la siempre oposición vecinal era suficiente para que el equipo de gobierno del PP condicionase la continuidad de la estructura, ahora se insiste de manera contundente en la necesidad de que se esgriman informes técnicos que contradigan un hipotético permiso municipal.

El escenario que tiene ante sí la Gerencia de Urbanismo es semejante al ocurrido hace apenas unos meses, cuando la empresa promotora, Mederyt, reclamó una prórroga de cuatro meses a sumar a los 8 meses inicialmente permitidos. En aquel momento, el posicionamiento de los técnicos municipales señaló de manera clara que si bien eran respetables las alegaciones que presentaron los residentes afectados, aduciendo la falta de intimidad que provocaba la cercanía de la estructura, los problemas de ruido y el exceso de iluminación, las mismas carecían de informes facultativos que provocasen un rechazo a la petición.

"Los técnicos serán los que analicen la cuestión y se le concederá o no en base a la normativa vigente. ¿Qué normativa iría en contra? La otra vez no la encontramos y ahora", señala el edil del PP, quien subraya que su voluntad "política" es la de intentar lograr un acuerdo entre las dos partes afectadas en este conflicto: los vecinos y la empresa. "Si no lo hay, serán los técnicos los que decidan", aclara. Y dados los antecedentes, la balanza parece que se inclinaría en favor de la mercantil. Una idea que apostilla Pomares al afirmar: "no es interpretable poner en riesgo un negocio, hay que darle la garantía legal a cualquier promotor, pero toda licencia tiene que cumplir la normativa".

Las palabras de Pomares consolidan aún más el mensaje que el pasado martes ya ponía sobre la mesa el alcalde, Francisco de la Torre, al abrir de par en par la puerta para que se otorgue la licencia a la noria incluso sin que los vecinos estén de acuerdo. Una máxima que pilló por sorpresa a los residentes que desde hace meses vienen exigiendo el desmontaje de la noria y su traslado a otra ubicación.

"Confiamos en el alcalde no dé marcha atrás", asegura Sergio López, uno de estos vecinos, quien incide, como viene haciéndolo en los últimos días, que la postura de los residentes de Muelle Heredia "está muy clara". "Me parece imposible que se encuentre una salida que sea del gusto de todos; lo único que nos valdría es que la noria no estuviese ahí", insistió.

Frente a los intereses de los vecinos, la promotora, que ya puso sobre la mesa del puerto y del Ayuntamiento un proyecto para la instalación de una noria permanente de 100 metros, que llevaría aparejado una gran plaza, pasan por disponer de una nueva autorización y una licencia para mantener la actividad de la atracción provisional.

Cualquier paso en esta dirección sigue estando pendiente de que la Autoridad Portuaria otorgue la autorización correspondiente, trámite que el presidente del ente, Paulino Plata, dijo que no se impulsaría hasta que hubiese seguridad respecto a la posición municipal. El interrogante es si Plata, a pesar de que dijo hace unos días que esperaría a la convocatoria del consejo de administración, previsto para mediados de septiembre, opta ahora por adelantar el asunto y firmar directamente la autorización.