Los carteles de venta colgados en muchas viviendas de la provincia no están allí por casualidad. Tanto los promotores como los propios ciudadanos que quieren deshacerse de sus inmuebles dicen un día sí y otro también que es casi imposible vender un piso en Málaga y las instituciones oficiales les dan la razón. En Málaga se han comercializado en el primer semestre del año 14.513 viviendas, es decir, 7.466 menos que en el mismo periodo del año anterior. Si se traslada a porcentajes, el batacazo ha sido del 33,9%, según los datos hechos públicos ayer por el Ministerio de Vivienda.

Los mayores sufridores de esta caída en picado del sector inmobiliario en la provincia están siendo todos aquellos que quieren vender su piso usado para adquirir otro nuevo. El periodo medio de venta de las viviendas de segunda mano ya supera el año y los propietarios empiezan a desesperarse, sobre todo si están pagando la hipoteca de otros inmuebles o tienen apalabrado esos pisos nuevos. En los seis primeros meses del año se han vendido 6.524 pisos de segunda mano en la provincia, la mitad que en el primer semestre de 2007, cuando se vendieron 12.401 inmuebles.

En el caso de la vivienda nueva, los promotores también están teniendo problemas, aunque no tan acusados. Entre enero y junio se vendieron 7.989 pisos nuevos en Málaga y, en los seis primeros meses de 2007 fueron 9.578. Lo más curioso, para bien o para mal, es que el precio es prácticamente el mismo. El coste medio de un piso nuevo en Málaga de renta libre es, según el Ministerio de Vivienda, de 229.627 euros. Hace un año sólo costaba, de media, 200 euros menos. En el caso de las viviendas de segunda mano ocurre lo mismo. Su precio medio ahora es de 209.721 euros y hace un año costaban 1.400 euros menos.

Esta situación tiene dos lecturas. La primera es que se demuestra la falta de confianza de los compradores, que esperan que la crisis económica provocará un descenso importante de los precios tanto por parte de los promotores como de los particulares. La segunda es que tanto los promotores, que han dicho por activa y por pasiva que no piensan bajar el precio por el alto coste del suelo, como los particulares que, si no están con la soga al cuello no quieren malvender sus inmuebles, se han mantenido firmes y no rebajan ni un euro.

Los extranjeros tampoco se escapan a la crisis inmobiliaria y también están esperando mejores oportunidades. En el segundo trimestre compraron 1.161 pisos en Málaga mientras que de abril a junio de 2007 adquirieron 2.283. Los vendedores tendrán que seguir esperando.