Málaga sigue resistiéndose al calendario. Y el tiempo, también. La ciudad sigue abrazando al turismo como si de su propio oxígeno se tratase.

Ayer conmemoró el día del turismo con el lema "¡Turismo para todos!", en el que se lanzaba la idea de que una cultura para todos es posible, sean cuales sean las posibilidades de la gente. En el CAC, por ejemplo, además de la guía tradicional que iba explicando la exposición le acompañaba una experta en lenguaje de signos.

Francisco Cañas, de La Rioja, desconocía que ayer fueran todos los museos gratis. "Me ha sorprendido gratamente la oferta museística de la ciudad. Es estupenda", explica, haciendo hincapié en el casco antiguo, "que vale mucho la pena".

Solo el Museo Carmen Thyssen acogió ayer a más de 3.000, quizá por el aliciente de su recién inaugurada exposición sobre Sorolla. Fuentes cercanas a la pinacoteca anuncian que recibieron con "agrado" la iniciativa y que "la gente consuma cultura".

Lo mismo ocurrió con el Museo Picasso, que a pesar de no contar con datos concretos, tenía una cola constante apostada en su puerta. "Ha sido un día con bastante afluencia", comentan desde la pinacoteca.

El Pompidou recibió en torno a 1.350 visitas, por 830 del Museo Ruso -la distancia al casco histórico le ha podido pasar un poco de factura- y 1.060 de la Casa Natal de Picasso. "Son datos muy positivos. Es un proyecto a largo plazo pero estamos satisfechos con lo que se está recogiendo y sembrando", expresaron fuentes de la institución.

Tom y Dana, de Massachussets, son uno de los miles de cruceristas que ayer arribaron a Málaga en uno de los dos mastodónticos barcos que se apostaron en el puerto. "Me encanta mucho las mezclas de culturas de esta ciudad: fenicios, griegos, romanos, musulmanes... Oporto es romántica, pero Málaga es preciosa", detallan.

Francisca Montes, natural de Barcelona, estuvo hace cuatro años en la ciudad y se llevó "una sorpresa" con lo cambiada que está la ciudad. "Ha mejorado muchísimo, ojalá pudiera venirme a vivir aquí", se sincera.

Desde un pequeño pueblo de Albacete, Santiago Díaz, desconocedor del día del turista, acudió a Málaga porque es "un destino en el que nunca había estado". "Está todo precioso, pero nos han clavado 50 euros por cinco cañas y un par de tapas", bromea.

Además, el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Málaga presentó los datos de viajeros de este verano, que aumentaron en un 8%, situándose en los 336.927 a lo largo de junio, julio y agosto. "Estamos creciendo en turismo urbano por encima de las grandes ciudades en España", señaló.