La madre de David Guerrero Guevara, el niño pintor de Málaga, recordará el 28 de septiembre de 2016 como el día en que se vio obligada a dar el paso más doloroso: pedir que se considere oficialmente fallecido a su hijo para así poder acceder a la herencia de su marido, de cuyo óbito se cumplirá un año el próximo mes. Lo hizo ayer en una comparecencia que acogió el Juzgado de Instrucción número 8 pese a estar convencida, según explicó en declaraciones a los periodistas, de que el chico, que desapareció hace casi tres décadas y ahora tendría 43 años, no ha muerto. "La justicia es la justicia y nos exige dar este paso, pero sus hermanos y yo lo sentimos vivo, mientras no se demuestre otra cosa. Esperamos que algún día vuelva", apostilló la mujer, quien subrayó que "por supuesto" no pierde la esperanza de volver a verle.

El abogado de la familia, Alejandro García, precisó que el trámite judicial era necesario a efectos legales para desbloquear los bienes del progenitor, pero destacó que la investigación policial continúa abierta. Antonia, la madre, añadió que recientemente se ha puesto en contacto con el responsable del Grupo de Homicidios para descartar cualquier pista que pueda llevar al paradero de David. Asimismo, el juzgado publicó varios edictos anunciando el trámite por si alguien disponía de datos sobre el desaparecido o conocía su paradero. Además, se mandó un oficio a la Policía por si había habido novedades en la búsqueda.

Al acto de ayer, que se prolongó durante apenas 20 minutos, acudieron también otro de sus hijos y dos vecinas, en calidad de testigos, para ratificar la petición y dejar constancia de que no han tenido noticias del chico. "El deseo de la familia y de todos es que pueda aparecer algún día, aunque hayan pasado 29 años", recalcó el letrado.

Asimismo, indicó que el plazo máximo para conocer si la declaración se hace efectiva es de unos 20 días pero la familia ha contado con el apoyo de la Fiscalía, que se ha comprometido a agilizar el proceso para culminar en unos días el informe que debe emitir antes de que se dicte el decreto. La burocracia no entiende de plazos sentimentales.

Tras celebrarse la vista, Antonia, visiblemente más sosegada y también resignada por la obligatoriedad del procedimiento, volvió a atender a los numerosos medios de comunicación que aguardaban a las puertas de la Ciudad de la Justicia para expresar lo "desagradable" que ha sido dar por fallecido a su hijo a causa de la herencia. "Para nada que tenemos hemos tenido que hacer todo este jaleo", apostilló.

Los trámites se iniciaron hace unos meses, pero el pasado agosto el Juzgado de Primera Instancia número 8 hizo público este procedimiento a través del Boletín Oficial del Estado (BOE), la herramienta legal para dar por informados a aquellos interesados a los que no se puede localizar. La ley permite dar por muerto una vez transcurridos diez años sin noticias del ausente para que sus familiares puedan disponer de sus bienes o acceder a prestaciones (viudedad, orfandad o indemnizaciones de seguros).

El rastro del niño pintor se perdió la tarde del 6 de abril de 1987. Su madre, que en diciembre cumplirá 70 años, recuerda la jornada "como si hubiese sido ayer". "Fue a una exposición, exponía un cuadro de Semana Santa, salió de casa y hasta el día de hoy. No apareció en la galería de arte", afirmó. Desde entonces la lucha ha sido incesante.

Ocho meses después de su desaparición, Málaga se echó a la calle para apoyar a la familia. La manifestación fue convocada por los empleados de la empresa en la que trabajaba el padre de David Guerrero para solicitar a la Policía que reactivara el caso. El recorrido, de casi hora y media, finalizó ante el edificio del Gobierno Civil.

El caso llegó a ser catalogado por la Interpol como "desaparición extrema". Así se considera a aquellas investigaciones de las que no hay ninguna una pista o indicio que ayude a localizar al sujeto. A día de hoy, continúa siendo un enigma.