Málaga

Seguí a Plata: "¿Y ahora cómo hacemos esto?"

  • El urbanista confiesa que fue lo que le preguntó tras la visita al puerto del grupo catarí interesado en hacer el hotel

"¿Y ahora cómo hacemos esto?". Estas fueron las palabras que el arquitecto José Seguí le expresó al presidente del Puerto, Paulino Plata, en septiembre del año 2014, cuando se encontraba en la "soledad" del despacho del mandatario portuario tras la visita que habían realizado minutos antes al recinto los representantes de un grupo inversor de origen catarí interesado en la construcción de un hotel en el dique de Levante. La mercantil llegaba de la mano del urbanista, responsable actual de la rehabilitación del Palacio Miramar, quien había conseguido su favor tras poner sobre su mesa la viabilidad de desarrollar en el morro del dique un hotel de lujo.

El testimonio subraya el papel protagonista que Seguí ha jugado y sigue jugando en una operación que, de concretarse, supondrá un antes y un después para la historia del puerto y de la ciudad. Y evidencia parte de la gestación del proceso que acabó el pasado 20 de julio, algo menos de dos años después, con la resolución adoptada por el Consejo de la Autoridad Portuaria de conceder de manera condicionada a este mismo grupo, bajo la denominación de Andalusian Hospitality II, para poder levantar una gran torre de 135 metros de altura de uso hotelero.

En medio, el aporte de un aval algo superior a los 1,8 millones de euros, formalizado en octubre de 2015. El compromiso económico abrió de par en par la puerta a la posterior convocatoria de un trámite de competencia de proyectos, que tuvo lugar el 20 de febrero de 2016. Dos fueron las ofertas que llegaron a manos del Puerto. Aunque de facto solo una era merecedora del análisis de los técnicos. Grosso modo, la competidora del grupo árabe, con financiación china detrás, no cumplía prácticamente ninguna de las exigencias.

El relato verbalizado por el urbanista tuvo lugar ayer en el marco de un encuentro organizado por la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) para abordar el estado actual de los proyectos portuarios. Seguí destacó la atracción que el espacio elegido generó en los inversores, que hablaban de un emplazamiento "mágico" para el desarrollo de un hotel "de destino". "Dijeron que la próxima visita que harían al lugar sería para inaugurar el hotel", indicó.

Frente a las voces críticas a la intervención, el urbanista defendió tanto la apuesta arquitectónica planteada, que contó con varios estudios previos de ingeniería e incluso un análisis del paisaje para determinar la altura de 135 metros, como la viabilidad económica de una intervención que, según dijo, cuenta con el aval de Al Bidda Group, así como de la firma Energy City. Justamente es a esta última firma a la única que se alude en la documentación oficial hasta ahora conocida.

En este punto, incluso cuestionó el modelo "asambleario" que parece querer desarrollarse en la ciudad en intervenciones como la del hotel o las torres de Repsol. A su juicio, de haber existido esta apuesta en otro tiempo "Guerrero Strachan no podría haber abierto la calle Larios ni se habría ejecutado la torre de La Equitativa". Y admitió la "incertidumbre" que puede generarse en unos inversores instalados en Londres, que no pueden tener "congelados" los 120 millones de euros que ya tienen reservados para esta inversión.

Una de las cuestiones que se pusieron de manifiesto en el debate empresarial giró, justamente, en torno a la viabilidad del proyecto, más aún tras las dudas que genera el antecedente del jeque Abdullah Al Thani, al que también estuvo vinculado Seguí para el desarrollo del aún fracaso puerto deportivo de La Bajadilla. El arquitecto quiso distinguir lo sucedido con el actual propietario del Málaga del perfil "empresarial" de los actuales inversores.

Los presentes interpelaron también a los responsables de la iniciativa sobre los plazos que se pueden manejar para un proyecto de esta índole. Plata subrayó la complejidad del procedimiento, que requiere previamente de la aprobación definitiva de la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP), de la modificación de elementos de Plan Especial del Puerto para concretar el uso hotelero de la parcela y dotarla de una edificabilidad de 45.000 metros de techo, y del necesario visto bueno por parte del Consejo de Ministros. Con todo, el dirigente portuario habló de "al menos un año o algo más de un año".

En ese supuesto, en el mejor de los casos la tramitación que permitiese el impulso del hotel, antes de lo concerniente a los permisos necesarios para la edificación, habría que esperar a finales de 2017 o principios de 2018. En sus primeras estimaciones, Seguí confió en que el hotel pudiese abrir sus puertas en el año 2020, algo que se antoja ciertamente complicado en el escenario actual.

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