Una familia que viva en la zona de Los Álamos, en Torremolinos, y que consuma una media de 20 metros cúbicos de agua puede llegar a pagar la mitad en la factura que otra que resida a poco más de un kilómetro en Guadalmar, en Málaga capital, y hasta tres veces menos si se compara con otra de Ronda. Este desequilibrio que existe en el precio que los municipios cobran por el agua es lo que quiere eliminar la futura ley integral que prepara la Junta de Andalucía y que obligará a todos los ayuntamientos a fijar una misma tarifa según las zonas a partir de 2010.

Las diferencias de lo que pagan por el agua los malagueños en función del municipio donde residen son abismales. Los más beneficiados son los usuarios de Torremolinos. Allí una familia tipo de cuatro miembros con un gasto medio de 20 metros cúbicos paga sólo 7,4 euros cada dos meses, mientras que en la capital ese mismo consumo costará 16,19 euros al añadirse otras tarifas de desalación, saneamiento, depuración y cánones de mejora.

El encarecimiento es imparable y cuando el 1 de enero de 2009 entren en vigor las nuevas tarifas aprobadas ayer por el consejo de administración de la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa) gastar la misma cantidad de agua superará los 30 euros.

En estos momentos el municipio donde el agua resulta más cara para sus habitantes es Ronda, ya que la factura se elevaría hasta los 21 euros por el mismo consumo debido al encarecimiento que suponen las cuotas fijas de abastecimiento, alcantarillado y depuración que se cobran en el municipio.

Lo mismo ocurre en Alhaurín de la Torre, donde se abonan dos tasas fijas por abastecimiento y saneamiento, además de una tercera por el servicio de basura algo que no ocurre en el resto de los municipios.

La disparidad de precios resulta muy llamativa entre zonas de un mismo municipio y con el mismo origen de los recursos hídricos. Es el caso de Mijas donde el metro cúbico del agua se cobra a 0,16 ó 0,61 euros según la urbanización. La diferencia está en que hay urbanizaciones a las que abastece directamente la empresa de abastecimiento de la Mancomunidad de la Costa del Sol occidental y otras la empresa pública Mijagua.

En Benalmádena, Antequera y Rincón de la Victoria, el agua también resulta muy barata. En el primer caso el recibo recoge únicamente el precio del agua -fijado por tramos en función del consumo- y una tasa fija por desalación, al igual que Rincón con una tarifa de depuración. En Antequera, en cambio, sólo se recoge la tarifa por abastecimiento, aunque sí incluye un recargo para penalizar el exceso de consumo.

Con la nueva ley integral del Agua que está elaborando la Junta de Andalucía, que asumirá su gestión con carácter supramunicipal, se acabará con esta situación.

A partir de 2010, los precios del agua se fijarán por unidades territoriales atendiendo a una misma realidad a través de los consorcios mancomunados que ya se están constituyendo y que establecerán una tarifa única. Pero los ayuntamientos tendrán una etapa de transición para ir equiparando los precios y que no repercuta directamente en el consumidor.

Además, antes de 2010 todos los municipios deberán cobrar a los usuarios lo que realmente cuesta el agua para adaptarse a las directrices de la Unión Europea.

Con este reajuste de precios, los consumidores que ahora están pagando por debajo de los costes reales del servicio tendrán una subida en la factura del agua y aquellos que están pagando por encima se beneficiarán de una reducción. Aunque los que más notarán el aumento de las tarifas serán los sectores de la agricultura y la industria, que son los que más agua consumen.

Para adaptar los desequilibrios que existen en la actualidad, el Ministerio de Medio Ambiente está elaborando también los planes de demarcación hidrológica, que tendrán que estar aprobados antes de finales del año que viene, y con los que se pretende hacer un análisis de costes y estimar su repercusión.

,Elaboraron esta información R. Garrido, M. Cortés, J. M. Aguilar, M. García, M. Herreros, D. Bea y N. Alonso.