Los más de 5.000 animales que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil localizó en una finca ubicada en Cártama desde donde se vendían de forma ilegal no se moverán de allí. Al menos, de momento. Es la decisión a la que ha llegado Aduanas y la Junta de Andalucía tras comprobar las especies con las que el propietario de este centro comercializaba de manera irregular debido a la cantidad de ejemplares y a la dificultad de reubicarlos en otro sitio.

Los agentes de la Guardia Civil y los veterinarios de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) del Guadalhorce han necesitado casi dos semanas para analizar al detalle la documentación de todos los animales que fueron encontrados en esta finca, que no contaba con los permisos pertinentes para desarrollar esta actividad.

Aunque en principio se barajaban varias posibilidades para decidir el futuro de todos estos ejemplares, finalmente se ha optado por dejarlos depositados en estas instalaciones que serán inspeccionadas de manera periódica por los agentes delSeprona y los veterinarios de la Junta para comprobar el estado de los animales y que ninguno ha sido vendido.

Sólo algunos ejemplares, como el mono que Aduanas depositó en esta misma finca tras incautarlo en otra operación, serán trasladados a otros centros específicos por su particularidad, según informaron a este periódico fuentes de la Guardia Civil.

La decisión se adoptó tras comprobar que la mayoría de los 5.000 animales intervenidos pertenecen a especies comunes como canarios, iguanas, conejos, camaleones, periquitos, cobayas o ratones.

Los animales permanecerán en esta finca a la espera de que el propietario obtenga la licencia que solicitó hace unos tres meses. En el caso de que la Junta de Andalucía no le conceda el permiso pertinente, se volverá a estudiar la situación para ver qué hacer con tantos animales.