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La salud de los hijos es lo más importante para cualquier persona. Por eso, los pediatras han lanzado un dato a modo de advertencia: a uno de cada cinco niños en su centro de salud no lo trata un especialista, sino un médico de familia que no tiene una formación específica tan completa. Según la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Andalucía (APap), de las 177 plazas que hay en la provincia, 147 las ocupan especialistas y el resto (33, el 18%), médicos de familia. Esta realidad afecta sobre todo a los pueblos; una denuncia en la que coinciden la APap y la plataforma que reivindica mejoras sanitarias en las zonas rurales.

Las cifras aportadas por la asociación dan la razón a las quejas de los alcaldes del interior. Mientras en la capital hay 78 plazas de pediatras y sólo una está ocupada por un médico de familia, en el Distrito del Guadalhorce de las 16 consultas, siete las pasan facultativos que no tienen la especialidad. "Esto no es ilegal, pero no es lo ideal. Es una solución temporal a un problema de planificación, pero no es la respuesta que el sistema sanitario debe dar a la población", argumentó Carlos Valdivia, el presidente de la asociación.

La situación es el resultado de la escasez de pediatras en el mercado laboral, pero los especialistas reprochan la falta de planificación de la administración sanitaria y las malas condiciones laborales que empujan a muchos facultativos a emigrar. Valdivia sostiene que el año pasado el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se había comprometido a crear 46 plazas de pediatras en toda la comunidad autónoma y que ese acuerdo se ha incumplido. Para el presidente de la asociación andaluza, "hay una actitud pasiva de la Administración sanitaria para afrontar la falta de pediatras".

Los especialistas vienen dando la voz de alarma desde hace tiempo. Hace exactamente un año, 400 profesionales reunidos en Córdoba en la XII Jornadas de Pediatras de Atención Primaria de Andalucía advirtieron: "Nos preocupa que la falta de profesionales pueda poner en peligro el actual modelo de asistencia infantil". Ese modelo consiste en que en los centros de salud, los menores de 14 años son atendidos por un pediatra.

Pero, según Valdivia, la falta de recursos están provocando desigualdades. "Hay niños de primera y niños de segunda", afirma, una frase que también se ha escuchado en boca de los alcaldes del interior que hace unas semanas se manifestaban frente a la Delegación de Salud para exigir mejoras sanitarias. Una de sus principales reivindicaciones -además de médicos las 24 horas- es que los críos del interior sean atendidos por pediatras, no por médicos de familia. En este punto, la Delegación replica que en aquellos municipios con unos 1.200 niños hay un pediatra y que para los núcleos con una población infantil menor a esa cifra, existe un especialista en la zona básica de salud que agrupa a varios pueblos.

En las conclusiones de aquellas jornadas celebradas hace un año, estos especialistas apuntaban: "Consideramos que la protección de la salud y el bienestar infantil son una obligación ineludible y prioritaria para los poderes públicos. Todos los padres deben tener el derecho a que sus hijos puedan ser atendidos por un pediatra en sus centros de salud". Entonces, la APap propuso al SAS crear una mesa técnica para abordar el problema. Ese foro sigue sin constituirse.