Cambio político El PSOE pierde uno de los principales ayuntamientos de la provincia

Moya logra la Alcaldía de Benalmádena tras prosperar la moción de censura

  • Trece de los 25 concejales del Ayuntamiento votaron a favor del nuevo alcalde del PP en el Pleno celebrado ayer · Carnero criticó que se trata de "un hurto a la voluntad popular"

Sin sorpresas de última hora. Así transcurrió ayer el Pleno extraordinario en el que se aprobó la moción de censura contra el alcalde socialista Javier Carnero, y en el que el presidente del PP local, Enrique Moya, fue elegido para ocupar la Alcaldía de este municipio de la Costa del Sol. Moya contó con el apoyo de 13 de los 25 concejales de este Ayuntamiento, la mayoría de ellos procedentes de grupos afines al PP. De esta manera, la hasta ahora centroderecha dividida de este municipio se recomponía tras años de independencia.

La moción, que fue registrada hace apenas diez días, contó con el voto a favor de los cuatro ediles del PP, cuatro del Grupo Independiente de Benalmádena (GIB) -partido anteriormente ligado al antiguo alcalde independiente, Enrique Bolín-, el edil no adscrito, José Nieto; el líder de Movimiento por Benalmádena y antiguo socio de gobierno de Carnero hasta su cese en noviembre de 2007, José Luis Moleón; dos de Iniciativa Democrática por Benalmádena (IDB) y la hasta ayer edil de Turismo de este Ayuntamiento, María del Carmen Romero (Grupo Mixto), que fue el centro de todas las críticas de sus anteriores socios de gobierno y que se ha convertido en el punto clave para que prospere esta iniciativa.

Alrededor del mediodía, y ante una sala llena de público y medios de comunicación, dio comienzo la sesión. El primero en tomar la palabra fue el presidente popular, Enrique Moya, que fue muy crítico con la gestión de Carnero, y justificó esta moción en la pérdida de competitividad y paralización del Ayuntamiento en los últimos dos años, a la vez que aseguraba que esta moción "es una oportunidad para el cambio".

"Sé que juntos podremos devolver a Benalmádena al lugar que se merece. Se han dejado eclipsar por proyectos de localidades limítrofes. Además señor Carnero, las puertas de su despacho han estado demasiado tiempo cerradas y se ha dado la espalda a los problemas de los vecinos. Se ha primado el ser importante a ser verdaderamente útil. En dos años de mandato se ha aumentado la deuda municipal e incluso se han maquillado documentos públicos", argumentó Moya en su discurso.

El popular criticó también que "se ha tenido una total falta de tacto con los proveedores" y que no "se puede ser un equipo de gobierno por la mañana y la propia oposición por la tarde". Asimismo, adelantó que entre sus proyectos más inmediatos se encuentran los de desbloquear los servicios públicos, estudiar una línea de ayudas financieras para los comerciantes y la creación de un Centro de Iniciativas Turísticas.

El siguiente en tomar la palabra fue Javier Carnero. El hasta ayer alcalde, que ha permanecido sólo dos años en el cargo, mostró su satisfacción "por el trabajo bien hecho", y apuntó que esta moción supone "un hurto a la voluntad popular". "En las elecciones de 2007 se hizo en las urnas una apuesta decidida por el cambio. Nos encontramos un Ayuntamiento asfixiado por los delirios del anterior alcalde, y ahora sólo les preocupan sus propios intereses" señaló.

Carnero se defendió de las críticas argumentando que "hemos enseñado que con la ley en la mano se puede gestionar porque nos encontramos 73 millones expoliados del patrimonio del suelo, 160 millones de deuda, y con tener que pagar por el edificio Ovoide 1,5 millones, en vez de los 180.000 euros que nos debería haber costado".

El socialista también afirmó que se han desbloqueado proyectos como el de Pueblosol, al que definió "como una cicatriz de Arroyo de la Miel", y que se ha planteado el modelo de ciudad que el municipio debe ser, por lo calificó de "cobarde" la moción.

El portavoz de Iniciativa Democrática por Benalmádena, Jesús Fortes, socio de gobierno de Moya y que se convertirá en el hombre fuerte en esta nueva fase, se mostró muy duro en su turno de palabra y afirmó que su grupo se había encontrado serias dificultades para acceder a la información. Además, aseguró que durante 2007 y 2008 no había llegado "ni un solo euro" a proyectos tan necesarios como es el caso de los espigones y la construcción de una Comisaría de la Policía Nacional.

Fortes rechazó la idea de que Romero fuese calificada como una tránsfuga puesto que, según argumentó, la concejal "ya no pertenecía a ningún partido político", sino que estaba integrada dentro del Grupo Mixto tras su salida de MpB.

El otro socio de Carnero, Francisco Salido (Grupo Mixto), que formaba parte del equipo junto a 7 ediles del PSOE, 3 de IU y otro más del Grupo Mixto, realizó un balance de sus dos años al frente de la Tenencia de Alcaldía de Benalmádena costa y de la concejalía de Bienestar Social. Sin embargo, volvió a convertir a Romero en el blanco de todas sus críticas como en los últimos días al informar de que "se ha olvidado de sus principios éticos al unirse a partidos que antes rechazaba", y añadió que "pueden existir promesas, sin poder asegurar que sean de tipo económico, que han contribuido a que tome esta decisión".

Por su parte, la portavoz de IU, Elena Benítez, calificó este nuevo equipo de gobierno "como un auténtico desgobierno" y tachó esta situación como "la página más vergonzosa de la historia política de Benalmádena" e hizo un llamamiento a la "resistencia democrática".

"Los firmantes se creen que nos pueden tomar el pelo y que las promesas electorales son un vehículo para defender sus intereses", explicó antes de leer una carta que en 2007 Fortes remitió a los vecinos en la que aseguraba que no pactaría con Enrique Bolín, y criticó a María del Carmen Romero, a la que preguntó con sorna "¿qué razones de peso le han dado ahora para unirse a este pacto?".

El portavoz del PSOE, Manuel Arroyo, recalcó también este aspecto y volvió a incidir en la doble vara de medir de Fortes. El portavoz dijo sentirse "sorprendido" por la unión de PP e IDB e increpó a Moya que achacara en exclusividad el problema del paro al equipo de gobierno, cuando "es un problema de todos". "Señor Moya no sea el alcalde que el pueblo espera, porque de verdad que el pueblo no espera nada bueno de usted", apostilló.

Por alusión, el nuevo alcalde denunció un doble rasero a la hora de comparar la moción de censura de Benalmádena con la que hace pocos meses se vivió en Vélez-Málaga. "No se puede decir que todo allí estaba bien y aquí mal. Nosotros representamos la mayoría social de Benalmádena", esgrimió. Asimismo, llamó la atención al líder socialista al que pidió expresamente "que deje de realizar discursos basados en el pasado".

Tras los discursos, en los que no hubo turno de réplica, se dio paso a la votación nominal en la que uno por uno los 13 concejales mostraron su apoyo a la moción de censura en voz alta, por riguroso orden alfabético. Posteriormente, Enrique Moya fue investido como alcalde y juró el cargo con un discurso en el que prometió, entre aplausos, "intentar que Benalmádena se convierta en un pueblo mejor".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios