La crisis no sólo puede afectar al bolsillo, sino también a la salud. La dificultad para reinsertarse en el mercado laboral después de un despido, para afrontar la hipoteca cuando el subsidio de desempleo está a punto de acabarse, para mantener a flote una empresa o para sacar el trabajo adelante pese a los recortes de personal hacen mella en la salud mental. Lo dicen médicos, psicólogos y enfermeros.

"Sí, sí que se notan los efectos de la crisis en la consulta. Vemos más casos de ansiedad y depresión. Hay miedo a perder el empleo, miedo a no poder salir del paro, miedo a no ser capaz de pagar la hipoteca. La gente te lo cuenta", relata una facultativa de un centro de salud. Los médicos incluso afirman que ahora ven a pacientes que antes iban a la privada y que ahora acuden a la sanidad pública para recortar gastos.

"Los casos de ansiedad y depresión se vienen incrementando desde el verano pasado", apuntan fuentes del Sindicato Médico. Los síntomas suelen ser nerviosismo, tristeza, dificultades para conciliar el sueño o desmotivación.

Una enfermera coincidía con otros facultativos consultados en que la crisis está repercutiendo en la salud de algunos malagueños. No solo con más casos de ansiedad y depresión, sino también de somatizaciones. "Y los trabajadores que mantienen su empleo están sometidos a unos niveles de estrés bestiales", acotaba tras relatar el caso de un joven de 27 años que acababa de insertarse en el mercado laboral y que no se atrevía a darse de baja lo fueran a echar del trabajo.

Algunos centros de salud de Málaga están desarrollando programas específicos para tratar la ansiedad y la depresión. Un profesional estimaba que en "más de la mitad" de estos casos, el detonante es un problema laboral.

El perfil de las personas que llegan a estas patologías por dificultades para mantener o conseguir trabajo es variado. Una médico aseguraba que ve a más pacientes de clase media baja y con poca cualificación. Sin embargo, un profesional que participa en un programa asistencial contra la ansiedad y la depresión aseguraba que también ha detectado un incremento de casos en zonas pudientes, "sobre todo en personas que tienen subsidio de desempleo y ven cómo se les acaba y no consiguen reinsertarse en el mercado laboral".

Helena Trujillo, psicoanalista que tiene una clínica privada, también asegura que ha detectado un incremento de la demanda. "Hay empresarios que ven peligrar su situación económica y que piden supervisión profesional porque la situación les genera ansiedad y angustia", afirma.