Hace 2.509 años que el humano no ha oído un epigonion. Del instrumento sólo quedan un dibujo en una vasija de cerámica en la que aparece con aires de arpa pequeña y una somera descripción de su música que dejó Homero. Sin embargo, la próxima semana será posible escuchar en la Universidad de Málaga este instrumento griego que dejó de usarse cinco siglos antes de nuestra era. Francesco de Mattia, del Conservatorio de Música de Parma (Italia), ha conseguido recuperar el sonido de este instrumento ya extinto gracias a la informática y a las matemáticas.

El epigonion se hará oír en la conferencia anual Terena, red europea de redes académicas, que se celebrará entre los días 8 y 11 de junio. Está previsto que asistan 450 expertos de todo el mundo en redes, tecnologías y servicios basados en internet.

Los asistentes al encuentro titulado Lo virtual dentro de lo real no sólo oirán el epigonion. El centenar de ponencias programadas también pondrán a los asistentes a la última en las nuevas generaciones de redes ópticas, su aplicación en medicina y biología, su uso en el estudio y prevención de las catástrofes naturales, además de las nuevas aplicaciones en las comunidades virtuales.

En este sentido está previsto no sólo que se analicen el uso y el funcionamiento de las nuevas redes de fibra óptica, sino también la utilización de prácticas como la realidad aumentada en las intervenciones quirúrgicas o reconstruir un cuerpo humano en tres dimensiones a partir de cortes radiográficos informatizados, mostrar tsunamis virtuales o conocer cómo la atención primaria en Brasil se desarrolla sobre las propias redes académicas.

El arranque de la conferencia, en el que participan los grandes popes del panorama científico actual, correrá a cargo de Jorge Cortell, experto y defensor a ultranza de los códigos abiertos y presidente de Kanteron Systems, que desarrolla aplicaciones médicas con software libre.

El encuentro de los expertos de Terena en la Facultad de Derecho ha precisado de una fabulosa actualización de las infraestructuras tecnológicas del centro, en el que han llegado a instalarse hasta seis antenas wifi en un aula de 200 alumnos porque "cada asistente trae varios dispositivos inalámbricos que conecta a la vez", precisa Victoriano Giralt, coordinador del encuentro y administrador de sistemas de la Universidad de Málaga (UMA).

Para completar el despliegue, se ha acordado con la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) la creación de una red wifi en la línea 20, que comunica el centro urbano con el Campus de Teatinos para que los congresistas no pierdan ni un solo momento de conexión a sus redes, gracias al apoyo que ha prestado la operadora Orange. La idea es que esta experiencia, que engancha con la iniciativa Eduroand, de la Red Iris que engloba las redes académicas de España, para conseguir un espacio único de movilidad a nivel nacional, se pueda extender en un futuro al conjunto de los autobuses urbanos de Málaga.