Málaga

Distintos modelos universitarios con el mismo éxito académico

  • Dos estudiantes de la UMA reciben el premio nacional de fin de carrera · Trabajan en distintos proyectos de investigación en la Facultad de Educación y Psicología

Miles de jóvenes tienen mañana una cita con su futuro. Los exámenes de Selectividad abrirán y cerraran muchas puertas. Además, el salto a la vida universitaria genera inquietud en algunos estudiantes. Estefanía Almenta López y Estrella González Martín afrontaron este paso hace ya algunos años. La pasada semana recibieron el premio nacional de fin de carrera por sus notables expedientes. Llegaron a la UMA con distintas motivaciones pero han cosechado el mismo éxito. Son dos buenos referentes para los futuros universitarios.

Sus trayectorias universitarias dan vértigo. Almenta es diplomada en Magisterio de Lengua Extranjera de Inglés y licenciada en Psicopedagogía por la Universidad de Málaga. Posteriormente, realizó un máster de Política Educativa y en la actualidad cuenta con una beca de investigación. González, licenciada en Psicología, también hizo un máster y trabaja en la UMA con otra beca de Formación del Profesorado Universitario (FPU). Más allá de sus currículum, son dos chicas normales y cercanas, aunque con inquietudes y ganas de aprender. Igual muchos de los jóvenes que ahora deciden sobre su futuro.

Almenta y González han sido las dos únicas estudiantes de la UMA en conseguir el citado galardón. En todo el país se han entregado 185. Pero sus inquietudes escolares eran distintas. Almenta, natural de Ronda, siempre ha tenido claro que su vocación era la docencia. "Yo ya jugaba al colegio de pequeña, no a las casitas, pero mis profesores siempre me decían que no hiciese Magisterio porque tenía buenas calificaciones", explica. En este sentido, recomienda a los estudiantes que elijan su futuro en relación a su vocación, no a su nota de corte.

Para González, de Cártama, la universidad no era una opción prioritaria. De hecho, era algo que no contemplaba. "Siempre decía que me quería ir a la Marina", afirma. Pero cuando terminó el bachiller, sin un expediente inmaculado, según confiesa, se tomó un año sabático. Fue trabajando de camarera en un bar cómo se dio cuenta de que el futuro pasaba por una formación académica y que la Universidad era una opción. "Me considero de ciencia pero escogí Psicología porque pensaba que no tendría que estudiar. Yo venía a pasármelo bien", arguye. Pero con menos esfuerzo del esperado inicialmente, empezaron a llegar los resultados y se planteó el reto de completar la carrera con el mejor expediente. Ahora desea quedarse como docente en la UMA.

"Los jóvenes suelen tener prisas por disfrutar de todo pero, aunque sea complicado, deben tener madurez para invertir tiempo y esfuerzo", explica la psicóloga, que aconseja una apuesta a largo plazo para conseguir resultados. Su tesis estudiará la psicología básica en relación a la toma de decisiones de los pilotos de aviación general durante el vuelo. El objetivo es analizar los procesos mentales que siguen para determinar por qué en determinada ocasiones se producen fallos en esta toma de decisiones que dan lugar a los accidentes. En la actualidad el trabajo se encuentra en su fase inicial, el estudio exploratorio.

La estudiante rondeña llegó a la UMA con matrícula de honor y asegura que le gusta la docencia porque "es muy gratificante formar parte del desarrollo personal y docente de una persona". Ahora estudia cómo una educación bilingüe, en un contexto multicultural, puede ser una herramienta de cohesión social. Es decir, no sólo para enriquecer el plano académico del escolar, sino también su enfoque social. El trabajo de campo lo ha realizado durante el presente curso escolar en un centro malagueño. Sus primeras conclusiones son positivas, pues considera que los idiomas fomentan la integración de los escolares. Almenta explica que ha observado cómo niños de distintas culturas y procedencias participan más en las actividades de sus compañeros en este contexto, que en otro con una educación monolingüista.

Andalucía es una comunidad pionera en la educación pública bilingüe, aunque Almenta dice que falta mucho camino por recorrer. Estudios como el suyo deben determinar acciones políticas en favor de una educación mejor. Así, señala que el maestro está infravalorado y señala como problema endémico que es una formación a la que accede cualquiera por su poca nota de corte. Para que entren los mejores, considera que no debería de limitarse a la ley de la oferta y la demanda, sino que sería necesario establecer unos niveles mínimos, como ocurre en otros países. De este modo quizá habría mayores éxitos académicos.

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