Málaga no habrá más que una, pero en el pequeño enclave de Vepamanipeta, cerca de Anantapur, en la India, un barrio formado por más de 500 viviendas se presenta al visitante con el nombre de Ciudad de Málaga. Se trata de uno de los proyectos puestos en pie gracias a la colaboración que el Ayuntamiento viene prestando a la Fundación Vicente Ferrer desde 2000, materializados en los Fondos de Cooperación al Desarrollo. La iniciativa, hasta el momento, se ha materializado, además de estas 500 casas, en la construcción de un centro de asistencia a enfermos de sida y otro de detección precoz del VIH en Anantapur, la creación de una infraestructura educativa con diversas escuelas en las regiones de Narpala y un programa de acceso a una vivienda digna para familias en Tadipatri y Malagundlapalli. Un empeño que entronca con la voluntad incólume del inspirador de la aventura, el cooperante Vicente Ferrer, recientemente fallecido y para cuya Fundación el grupo popular municipal presentará en el próximo pleno una moción con el fin de formalizar una candidatura para el Premio Nobel de la Paz.

Los primeros acuerdos entre el Ayuntamiento y la Fundación Vicente Ferrer se produjeron hace nueve años de la mano del Área de Servicios Sociales, encargada entonces de la gestión de los Fondos de Cooperación al Desarrollo. La responsable de la misma, Mariví Romero, explicó que desde entonces la colaboración entre ambas entidades "ha venido estrechándose en proyectos concretos que se realizan empleando a trabajadores de la India y haciendo posible que todos los beneficios reviertan allí". Romero conoció personalmente a Vicente Ferrer en 2007, en la sede que la Fundación mantiene en Barcelona; allí pudo conversar con un hombre admirable "no sólo por su capacidad de entrega, sino por una filosofía de vida que contagiaba su optimismo a cualquiera que se detuviera a escucharle un momento".

Actualmente, el proyecto continúa a través del Área de Participación Ciudadana, Inmigración y Cooperación al Desarrollo, desde la que se acuerdan las partidas económicas. El concejal del ramo, Julio Andrade, explicó que la Fundación Vicente Ferrer "es todo un modelo de transparencia en cuanto a gestión", por lo que la implicación municipal se lleva a cabo "con todas las garantías y sin reservas". En los últimos años, los interlocutores que de manera más estrecha han colaborado con el Ayuntamiento son Jordi Folgado, sobrino de Vicente Ferrer y director general de la Fundación, y José Antonio Mansilla, delegado de la misma en Andalucía. Andrade indicó que, aunque la mayor parte de los proyectos financiados con los Fondos de Cooperación al Desarrollo se localizan en África y Latinoamérica, "nuestro trabajo con la Fundación Vicente Ferrer todavía dará muchos más frutos". Este año, el Área estudia participar en 95 proyectos en todo el mundo, el doble de los que mantiene actualmente en activo.