Málaga

Collares con polémica

  • Pediatras alertan del riesgo que entrañan unos colgantes de ámbar usados para aliviar los dolores de dientes de los bebés

¿Realidad, placebo, peligro o engaño? En los últimos años han proliferado unos collares de ámbar que supuestamente ayudan a la dentición de los bebés. Prometen alivio a los peques y un dolor menos de cabeza para sus padres. Los médicos ya han dado la voz de alerta: no hay estudios científicos que avalen su eficacia y pueden entrañar un riesgo. El presidente de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria, Carlos Valdivia, asegura que ya ha recibido varias quejas de compañeros que en sus consultas ven a críos con estos collares. "No deberían usarse: no hay estudios que avalen que sirvan para nada y pueden ser peligrosos", advierte Valdivia. El consejo de este facultativo para padres desesperados es paciencia y algún analgésico si el bebé está muy irritado: "La dentición es un proceso natural que dura de seis meses a 2,5 años".

Los precios de estos collares, que pueden ser de ámbar natural o sintético, van desde los 9 a 30 euros. Se venden en algunas tiendas de herboristerías, en contadas farmacias y, sobre todo, por internet. Unos fabricantes basan su eficacia en la supuesta acción intiinflamatoria del ámbar y otros en un efecto analgésico de electromagnetismo. En Castilla y León, la Junta de esa comunidad autónoma ya retiró hace un año estos productos del mercado por "el riesgo de asfixia" para el niño y porque no posee las supuestas propiedades terapéuticas que promociona. Los pediatras de Guipúzcoa también han denunciado el peligro de estrangulamiento y la "poca base científica" de su acción terapéutica.

Una farmacéutica de Carretera de Cádiz que además es madre de una niña pequeña comentaba que no lo vende. "Algo que no le pondría a mi hija porque creo que supone un riesgo, no lo vendo tampoco a los clientes de mi farmacia".

Otra boticaria de la capital que sólo los trae por encargo, admitía que le parecen peligrosos. "Aunque aquí llegan padres pidiéndolos y dicen que funcionan. No sé en qué se basan. Supuestamente es tienen un efecto similar al de esas pulseras magnéticas". Hay profesionales que aseguran que algunos padres se hacen traer los collares del Reino Unido. El temor de los profesionales frente a estos artilugios no es sólo el riesgo de estrangulamiento, sino la posibilidad de que se rompa y el bebé se trague alguna de las cuentas.

"Dicen que es medicina naturista, pero a mí me parece un collarito de feria", opinaba una madre que prefiere no utilizarlos.

En internet, en cambio, se venden como un remedio casi mágico. "La eficacia y la tolerancia de estos collares está bien documentada. El collar de dentición está destinado a niños de baja edad durante todo el periodo que dura el crecimiento de los dientes. Su eficacia se basa en el electromagnetismo que tiene un efecto beneficioso sobre el sistema nervioso del niño. El collar actúa rápidamente sobre el dolor y el cansancio del niño", apunta una de las casas que comercializa el producto.

Los boticarios dicen que hace un par de años había un boom y que ahora la demanda ha bajado. En todo caso, estos profesionales recomiendan a los consumidores que siempre se aseguren de que el collar tiene el sello CE -que es una garantía de fabricación- y que lleva el código nacional del Consejo General de Farmacéuticos para productos de parafarmacia.

Cuando estos collares no eran conocidos, los pediatras no entendían por qué muchos críos llevaban esas piedras amarillentas al cuello. Ahora ya lo saben y casi todos parecen desaconsejarlas. Valdivia resume: "Pero ni estos de ámbar, ni los collares de joyería, ni los anillos. Son peligrosos".

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