El número de usuarios de los servicios sociales en España se ha incrementado en los últimos cuatro años un 55 por ciento como consecuencia de la crisis económica en la que está sumergida el país, según ha manifestado la presidenta del Consejo General de Trabajo Social, Ana Lima.

El último informe FOESSA manifiesta que el crecimiento económico experimentado en los últimos quince años no se ha visto correspondido con el consiguiente implemento de la protección social, puesto que junto al crecimiento de la atención a la dependencia de aproximadamente un ocho por ciento anual han disminuido a la par las redes de apoyo.

Lima, que ha participado hoy en un debate sobre el Trabajo Social ante la crisis en Málaga junto a la directora general de Acción Social del Ministerio de Trabajo, Patrocinio de las Heras, ha considerado que en la actual situación de crisis es "imprescindible" un impulso en las políticas sociales.

Ha aludido a la necesidad de una renta mínima que permita a un nivel de vida "digno" que haga frente a la situación de desprotección de unos 470.000 hogares en España -más de un millón de habitantes-.

Por su parte, Patrocinio de las Heras, ha considerado "vital" la consolidación "del cuarto pilar del estado de bienestar" universalizando el derecho a la renta mínima en todo el país, lo que significaría pasar de los 10.000 trabajadores sociales que atienden los servicios básicos en el conjunto del Estado a una cuantía mínima de 15.000 empleados.

Igualmente ha considerado "una oportunidad única" con el acceso de España a la presidencia de la Unión Europea el incorporar "este positivo" bagaje del trabajo social al marco de los 27 países de la Unión.

Según Patrocinio, los colectivos más vulnerables y necesitados de esta renta mínima son este momento los desempleados de larga duración con hipotecas, las mujeres separadas con hijos a cargo, jóvenes sin empleo y familias en emergencia social y carentes de necesidades básicas como alimentación, medicina, recibo de luz o alquiler de vivienda.