Tiempo de reflexión sobre el sector de la construcción y la crisis en la que se encuentra inmerso. A ello dedicó los casi veinte minutos de su intervención Luis Fernando Linares, consejero delegado del grupo empresarial Meyluna, como ponente del Foro Inmobiliario y de la Construcción organizado por Málaga hoy. En la cita de ayer, Linares fue extraordinariamente contundente al subrayar la necesidad de que los empresarios de este ámbito "regeneren" el concepto de beneficio inmediato y la especulación que ha marcado la actividad en los últimos años y apuesten por impulsar productos de calidad que aporten "valor" a la sociedad.

En su discurso, ante aproximadamente dos centenares de profesionales de la construcción, arquitectos y representantes institucionales, criticó la dinámica que ha tenido el sector en los últimos años y avaló las líneas generales de las medidas con las que la Junta de Andalucía trata de controlar el crecimiento urbanístico en la región.

En este sentido, se atrevió a exponer un mensaje poco frecuente entre los promotores, al afirmar que los valores que "permiten afrontar con esperanza el futuro" pasan por "la restricción en la construcción sin medida y a generar suelos sin las necesarias infraestructuras", un escenario que, de mantenerse, seguiría perjudicando al sector. "Para comprar un solar, recalificarlo en seis meses, llenarlo de pisos, venderlo y salir corriendo no tenemos dinero. Pero sí para apostar por la vivienda de protección oficial o para que hagamos obra pública", sentenció.

Es precisamente en este espacio donde el que fuera consejero delegado de Valle Romano hasta hace apenas una semana puso el objetivo. Según señaló, es la promoción pública y oficial de viviendas, así como la construcción de centros comerciales, de ocio y logísticos, donde se encuentra "el futuro" del negocio inmobiliario.

"Estamos acostumbrados a vivir una dinámica en la que lo importante ha sido buscar el beneficio inmediato, a coger más dinero a costa de generar menos valor", dijo el también vicepresidente de la asociación Promotur. A su juicio, esta es la causa "de lo que estamos sufriendo en el presente", en el que, subrayó: "No se vende nada y tenemos miedo". Sin embargo, ante esta realidad insistió en "tener esperanza; ahora, cuando parece que no vamos a salir del túnel" y dijo que el "exceso de todos" ha llevado al sector "a una dinámica superior a la que podía soportar".

A diferencia de lo que públicamente han denunciado muchos de los promotores, Linares consideró que el Plan de Ordenación Territorial de Andalucía (POTA) y los documentos subregionales, impulsados por Obras Públicas, son instrumentos válidos para reconducir la situación. "¿Qué pasaría si hubiera recalificado todo el suelo que querían los promotores? Que en lugar de tener 200 empresas en quiebra tendríamos 2.000", apostilló.

En su opinión, las "tan discutidas" normativas propuestas por la Administración regional van a permitir prever las infraestructuras necesarias. "Hay que darle las gracias a Concha (en alusión a la ex consejera de Obras Públicas), con la que a veces hemos sido injustos y la hemos llamado talibán", dijo. Asimismo, ensalzó el valor de estas apuestas por que "planifican las infraestructuras, permitirán hacer cosas de calidad y siempre de manera negociada". "Andalucía es una tierra maravillosa y tenemos la oportunidad de tratarla bien", valoró.

Respecto al decreto de golf elaborado por la Junta, en el que se limita el uso residencial en estos equipamientos deportivos, Linares estimó que se trata de un documento con "déficits", pero recordó que algunas de las instalaciones más importantes, como Puerta de Hierro, el Club de Campo o la Moraleja de Madrid, no están vinculadas a desarrollo residencial alguno. El consejero delegado de Meyluna fue presentado ayer por el presidente de la asociación de Promotores de Turismo Residencial (Promotur), Ramón Dávila.