Casi un centenar de personas de los distritos más desfavorecidos de la capital se dieron citar ayer en la manifestación convocada por la coordinadora de asociaciones de desempleados de la provincia para reivindicar a las administraciones la puesta en marcha inmediata de "una política activa de empleo" que palie los efectos negativos que la crisis está teniendo sobre las familias sin recursos con alguno de sus miembros en paro.

No quieren vivir del subsidio por desempleo ni de las ayudas de la beneficencia, si no que les proporcionen la posibilidad de tener un empleo y "de poder llevar dinero a nuestras familias", reclamó el portavoz del colectivo Pedro Sánchez, que criticó que las administraciones "se están equivocando en las prioridades para salir de la crisis al ayudar a los bancos y a las grandes empresas y no a las personas que están sin trabajo y viendo como les embargan sus casas por impago".

Como solución, planteó que se lleve a cabo "una buena gestión" de los fondos estatales del llamado Plan ZP para que "realmente vayan encaminados a la creación de empleo". No les importa limpiar calles, adecentar plazas o arreglar aceras con tal de no estar en paro y poder llegar a final de mes porque "hay muchas familias que están destinando casi todo su dinero al pago del crédito hipotecario y así no pueden vivir", recalcó.

Con banderas y pancartas bajo el lema Contra el paro, por el empleo. Que la crisis capitalista no la paguen los trabajadores, los manifestantes partieron desde la barriada malagueña y recorrieron las principales calles de Carretera de Cádiz hasta llegar a la plaza del barrio de La Luz donde la actuación de un grupo de hip-hop y una degustación de paella puso fin a la marcha reivindicativa.

Es uno de los distritos que concentra una de las mayores tasas de desempleo de la ciudad debido al gran número de trabajadores que han estado vinculados con la construcción y con otros sectores relacionados antes de que se agudizara la crisis económica. A muchos de ellos, según contó Pérez, hace ya meses que se les terminó el desempleo y "no han tenido más remedio que acudir a familiares para no quedarse en la calle o pedir ayuda para llevar comida a sus casas".