El primer domingo de cada mes la belleza de los Baños del Carmen se ve acrecentada con un mercadillo de artesanos y tiendas malagueñas. Desde hace algunos meses este enclave privilegiado reúne una amplia oferta de productos de artesanía y ecológicos y una selección de ropa y complementos que convierten este espacio en toda una apuesta por lo original y lo hecho a mano.

Uno de los puestos que despertaban ayer más interés entre los compradores era el del pan. Paco Jiménez, alumno del curso de panadería artesana del centro formativo Mlouza, lo regenta desde la primera edición de este mercadillo con el pan cateto que él mismo elabora con harina ecológica de Coín. Ayer tuvo que cambiar el coche en el que ha estado acudiendo a los Baños del Carmen los meses anteriores por una furgoneta para poder atender la demanda de pan. "En los meses pasados a las 12:00 ya se me había terminado el pan", aseguraba Jiménez. Otro de los productos que elabora y que también estaba ayer a la venta era el pan de centeno. Además de por mercadillos reparte este pan por encargo en toda la zona de El Palo.

Justo al lado, las verduras y frutas ecológicas, y además a muy buen precio, se convertían también en todo un éxito de ventas de este mercadillo, mientras enfrente el puesto de jabones desprendía un agradable e intenso aroma y un poco más alejado, el italiano afincado en Nerja Enzo Merante ofrecía diferentes tipos de té que él mismo se ha encargado de recolectar por 49 países de África, Asia y Latinoamérica.

Pero jabones y comida ecológica no era lo único que se podía encontrar en los Baños del Carmen ayer. Cerámica japonesa, complementos hechos a mano, ropa de niños y adultos pintada a mano e incluso la Thermomix -que lo cocina todo- se vendían al lado de la playa. Tiendas de la capital, como la de reciente apertura Los Tesoros de Senda, también llevaron una representación de sus principales productos para dar a conocer su oferta.

La idea de organizar este espacio de compra surgió en Navidad de la mano de Blanca Beneitez y Tina Suárez, como una manera de promocionar a los creadores malagueños y a las tiendas de la provincia. Desde entonces, el éxito de público ha sido tal que los puestos que exponen sus productos han ido aumentando hasta el punto de que ahora tienen lista de espera de tiendas y artesanos que quieren acudir a esta cita mensual. Por lo que cada edición de este mercadillo presenta siempre novedades.

Además, para completar la iniciativa, durante todo el día se suceden varios talleres temáticos para los niños. Ayer se unió el Día de la Madre con el pasado Día del Libro y los pequeños asistieron primero a un cuentacuentos, luego fabricaron un cuento para sus mamás y más tarde participaron en la creación de una historia escrita en un gran libro. Encarnación Alcaraz, de la Escuela Infantil Internacional Pedagógica Waldorf, también preparó un teatro para los niños a la entrada de los Baños e instaló un puesto de mercadillo en el que los más pequeños jugaban a imitar a los mayores vendiendo productos.