Málaga

Ni Fernando Alonso aparca

  • Cristóbal Marmolejo invirtió 25.500 euros en un estacionamiento en el que no entra su vehículo debido a un pilar retranqueado que dificulta el acceso al mismo

¿Cómo se sentiría si se comprase un aparcamiento y cuando fuese a aparcar su vehículo se da cuenta que éste no entra? Esto es lo que le ha ocurrido a Cristóbal Marmolejo, un malagueño que se quedó atónito al comprobar que se había gastado 25.500 euros más IVA en un aparcamiento que no le sirve. Todo comenzó cuando Cristóbal Marmolejo pujó por una veintena de garajes que salieron a subasta propiedad de una promotora pública. "Antes de pujar, pedí a la promotora ver los aparcamientos y ésta me comentó que sería complicado poder hacerlo". No obstante, Marmolejo decidió pujar y, finalmente adquirió el pasado jueves por escritura pública un aparcamiento en Málaga, pagando previamente 25.500 euros más IVA.

"Al día siguiente de la compra fui con toda la ilusión a estrenarlo y resulta que mi coche, un Nissan Terrano, no entra", relata el afectado. Ante dicha situación comprobó que otros vehículos de tamaño mediano tampoco entraban en el espacio habilitado como aparcamiento. "Es una situación increíble. Tengo un aparcamiento en el que no puedo estacionar mi coche", afirma Cristóbal Marmolejo. Este periódico pudo comprobar ayer que ni el mismísimo Fernando Alonso podría aparcar el vehículo en esa plaza.

A la vista de los hechos, ese mismo día Marmolejo requirió la presencia de un notario que constató que, efectivamente, los vehículos no puede entrar por lindar por la izquierda con un muro y por la derecha con un pilar no retranqueado y alineado como los demás pilares de los aparcamientos colindantes. "Todos los espacios de ese aparcamiento afectados por ese pilar no retranqueado, la promotora con buen criterio, los ha destinado a trasteros, todos menos el mío, el aparcamiento 94", destaca el afectado. Por su parte, la promotora afirma, según Marmolejo, que el aparcamiento cumple la normativa en la que se establece que el aparcamiento debe tener 4,50 por 2,20 metros. "El espacio del aparcamiento puede tener esas medidas, pero he comprobado cómo mi vehículo y otros turismos no pueden entrar", afirma el afectado.

Por el momento, la promotora le ha indicado a Cristóbal Marmolejo que van a estudiar el caso, pero aún no le han dado respuesta alguna. "Lo que quiero es que la promotora me proporcione otro aparcamiento en el que sí pueda estacionar mi vehículo. Si para la próxima semana la promotora no me ha dado respuesta alguna iré por la vía judicial e intenté recuperar así el dinero invertido en un aparcamiento que no sirve para la finalidad para la que ha sido construida", comenta el malagueño.

Este hecho ha supuesto para el afectado un profundo quebradero de cabeza, ya que no sólo ha tenido una serie de gastos en parking para resguardar su vehículo, sino que en los diferentes intentos por introducir el coche en la plaza de garaje, el auto ha sufrido algunos desperfectos tales como rayones o la rotura de un espejo retrovisor del lateral. Esta mala experiencia espera Cristóbal Marmolejo que acabe cuanto antes y poder encontrar una solución satisfactoria. Este periódico intentó ayer sin éxito conocer la opinión de la promotora.

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