Miembros del Grupo de Ingeniería del Software de la Universidad de Málaga (Gisum).

El Grupo de Ingeniería del Software de la Universidad de Málaga (Gisum) es la joya de la corona. Es el equipo de investigación más grande de la UMA, el que más proyectos de envergadura saca adelante y el que más conocimiento transfiere al tejido productivo. También es el que más dinero recauda: en los últimos tres años ha logrado 13,3 millones de euros para sufragar más de 35 investigaciones, así como encargos de empresas e instituciones tan variadas como EADS-CASA o el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El Gisum emplea 130 personas, lo que le convierte grupo universitario del campo de la informática más grande de Andalucía y en uno de los principales de España. En esta plantilla figuran seis catedráticos, 12 profesores titulares de universidad, otros 12 titulares de escuela universitaria, además de 43 doctores y 85 investigadores no doctores, entre los que se encuentran 46 contratados para los diferentes proyectos de investigación y 37 becarios que en su mayoría están en proceso de elaboración de la tesis doctoral.

El equipo acaba de arañar en Bruselas 1,4 millones de euros para abordar cuatro proyectos relacionados con la seguridad informática con cargo al VII Programa Marco, que reúne las principales vías de financiación para promover la investigación, el desarrollo y la transferencia tecnológica en la Europa comunitaria.

Además, tiene en marcha seis proyectos más, presupuestados en 1,4 millones, que también cuentan con financiación de la Unión Europea, y concluyó a finales de 2009 cinco más, valorados en 1,9 millones de euros. El coordinador del grupo y director de la Escuela de Ingeniería Informática, el catedrático José María Troya, reconoce que en esta última convocatoria europea los fondos económicos han estado muy disputados a consecuencia de la crisis: "Esta vez ha resultado más difícil conseguirlos porque hay menos dinero y también porque se ha presentado más gente" empujada por las dificultades que existen en los diferentes países de la UE para lograr fondos para la investigación.

El Grupo de Ingeniería del Software de la Universidad de Málaga tiene en ejecución otros 20 proyectos científicos apoyados económicamente por el Gobierno central y la Administración andaluza. En el primer caso se trata del Plan Nacional de I+D que en la última convocatoria le aprobó 2,3 millones de euros para sufragar 12 iniciativas, mientras que el programa de Proyectos de Excelencia de la Junta de Andalucía tiene comprometidos 2,3 millones más para otros ocho trabajos de investigación.

El equipo también es una voz reconocida en el apartado de transferencia tecnológica. Los primeros pinitos los realizó en 1993, en plena crisis económica y cuando la Escuela de Ingeniería Informática de Málaga no había hecho más que arrancar. Entonces el germen inicial del Gisum se enganchó al plan nacional de banda ancha que lideraba Telefónica y tuvo sus primeros contratos con una empresa privada. Dos años después comenzó a trabajar con Tecnatom, con quien todavía mantiene una sólida alianza que le permite contratos anuales que oscilan entre los 150.000 y 3000.000 euros.

Con esta multinacional de la ingeniería informática española que tiene actividad en 30 países y actualmente emplea a 750 personas, una veintena de ellos formados en la escuela malagueña, el Gisum ha colaborado en el desarrollo de un simulador del comportamiento de centrales nucleares destinado a entrenar a los trabajadores de estos centros. Y ahora tiene en vigor otro contrato en el que también participa la aeronáutica EADS-CASA para crear un sistema de inspección de alas de aviones. Uno de los contratos más importantes que ejecuta en la actualidad es el acordado con la empresa malagueña AT4 Wireless, por importe de un millón.

El grupo ha cerrado a lo largo de los últimos tres años acuerdos con empresas por valor de cuatro millones de euros, mientras que la contratación global de los 260 grupos de investigación de Universidad de Málaga en 2009 le reportó el año pasado a la institución ingresos que ascendieron a 12 millones de euros. José María Troya precisa que la transferencia tecnológica a las empresas ha experimentado un gran impulso en los últimos cinco años, tras crearse líneas específicas de ayuda a la investigación y desarrollo en entidades privadas que están condicionadas a la incorporación de investigadores universitarios.

En definitiva, el equipo consigue cada año en torno a 3 millones de euros de financiación en contratos con empresas y convocatorias públicas de apoyo a la investigación, lo que le convierte en el grupo andaluz más importante de su sector y sólo superado en el panorama universitario por los ingenieros industriales de Sevilla. Por tanto, es una pieza esencial Andalucía Tech, el proyecto de campus de excelencia internacional que el pasado 30 de mayo presentaron conjuntamente las universidades de Málaga y Sevilla y que tiene en las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y las tecnologías de la producción (TEP) sus principales fortalezas.

No obstante, el Grupo de Ingeniería del Software de la Universidad de Málaga aspira a dar un paso adelante para convertirse en un instituto universitario "que haga más visibles las diferentes líneas de trabajo". José María Troya subraya la oportunidad de esta nueva estructura porque el Gisum tiene líneas de investigación con un recorrido y reconocimiento suficiente para tener vida propia. Además, algunos de los subgrupos pasan de las 25 personas. Por ejemplo, la existencia de 37 becarios en un equipo de investigación es un hecho insólito. Esta cifra de investigadores en formación es propia de todo un departamento universitario o de un centro tecnológico, rara vez de un sólo grupo científico.

José María Troya, que ha dirigido 22 tesis doctorales en la Escuela de Ingeniería Informática, confía que la transformación en instituto se pueda acometer cuando se construya el Centro Andaluz de Investigación en Tecnología Informática, cuyas obras ya han salido a concurso y se espera que ejecuten en el plazo de un año. La Universidad de Málaga ha logrado fondos Feder de la Unión Europea para levantar un edificio en la zona de ampliación del Campus de Teatinos en el que ubicar tanto este complejo de investigación en torno a las tecnologías TIC como el futuro Centro de Arquitectura, Paisaje y Territorio.