La comunidad musulmana de Coín ha recibido la noticia de la prohibición del uso de los velos islámicos integrales con sorpresa. Ayer muchas de las personas de nacionalidad marroquí, que son uno de los colectivos de inmigrantes más numerosos de esta localidad, desconocían la decisión del gobierno local de vetar la utilización del burka y el niqab, que cubren por completo el rostro de las mujeres, en los edificios y equipamientos municipales.

A pesar de que Coín se ha convertido en el primer municipio andaluz en prohibir el uso de estas vestimentas, lo que ha suscitado un gran interés por parte de los medios de comunicación, ayer en la calle entre los marroquíes no se hablaba de este asunto, aunque la opinión de la mayoría de ellos es de aceptación y dan el visto bueno a la decisión del Pleno municipal que aprobó el pasado lunes esta medida. Es el caso de dos jóvenes marroquíes, Fátima Okbrni y Laila Lakhal, de 28 y 23 años respectivamente, que llevan residiendo en este municipio malagueño desde hace más de seis años y que consideran positiva esta prohibición. Ambas exponen los mismos argumentos. En primer lugar los problemas de identificación que supone el llevar todo el cuerpo cubierto. "No se puede saber si debajo de la ropa hay un hombre o una mujer", indica Fátima. También los problemas de integración que conlleva el no poder ver el rostro de la mujer es otro de los motivos por el que estas féminas consideran justa la medida. Pero, sobre todo, consideran que es una imposición de los maridos hacia sus esposas vestirse con estos velos islámicos integrales. "La mayoría de las mujeres no quieren llevar un burka y si lo llevan es porque sus maridos las obligan", explica Laila.

Entre los hombres marroquíes, las reacciones son dispares. Muchos se niegan a exponer su punto de vista, aunque los que lo hacen en su mayoría se muestran de acuerdo con la prohibición del uso del burka y el niqab, pero dejan claro la importancia de respetar el uso del velo que cubre le pelo de las mujeres musulmanas.

"Me parece bien que lo hayan prohibido, pero no conozco ningún caso de mujeres que usen esa ropa aquí en Coín", comenta Soukhman Mohamed, de 24 años de edad, que coincide con otros de sus conciudadanos como Adil Ouajdi o Gorgi Alal.

Sin embargo, también se pueden escuchar opiniones muy distintas, que se refieren a la mujer musulmana como "propiedad de sus maridos" como es el caso de Mohamed Soketami, que manifiesta directamente que "las mujeres deben ir tapadas para evitar las miradas de los hombres" y justifica el uso de estos velos integrales "para ser un buen musulmán".

En algunos detalles, se puede percibir la falta de libertad de las féminas marroquíes que residen en Coín. Algunas mujeres no se dejan fotografiar sin el permiso de sus maridos y otras ni siquiera dan su opinión sobre el tema. Pero donde los problemas de integración se han hecho más notables han sido en los talleres que se imparten desde el área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento, donde se han vivido algunos problemas con las mujeres marroquíes que han rechazado que sea un profesor el que les imparta clases de español, como explicó la concejal de Igualdad del Ayuntamiento, Inmaculada Agüera. "Los técnicos del área nos explicaron que han sido las propias mujeres las que rechazan a los hombres, e incluso, cuando sus maridos se dan cuenta que es un profesor el que les imparte los talleres las castigan sin salir de sus casas", afirmó la edil. Desde el equipo de gobierno mostraron su preocupación por estos casos y por ello llevan tiempo trabajando en materia de integración.