Caso ballena blanca La conexión francesa

El marido de la peluquera

  • El francés Paul Antoine Leon Clemente, al que el fiscal Anticorrupción acusa de lavar 1,2 millones, afirma que los negocios turbios que se le atribuyen eran de su mujer

Paul Antoine Leon Clemente se presentó ayer ante el tribunal que le juzga por presunto blanqueo de capitales como el ex marido de una holandesa adinerada, hija de un antiguo ejecutivo de Shell, que poseía varios salones de peluquería en Holanda y Alemania. Él, en cambio, decorador de formación, dijo haberse dedicado primero a la decoración en Francia y después a actividades comerciales tanto en el país galo como en Camerún. A preguntas de la Fiscalía Anticorrupción no pudo precisar cuál era su ocupación cuando comenzó a aparecer en la Costa a comienzos de los 90, aunque reconoció que "se podría decir" que fue socio de Jean Gilbert Para en el club Play Boy de Marbella. Después, su mujer vendió en Suiza la vivienda familiar de la Costa a un tal Michel Curtet y compró un local en el que instaló el restaurante Visconti. Dijo que sólo tenía poderes para firmar cheques a proveedores y ocasionalmente llevaba dinero por encargo de su esposa a DVA, el despacho del abogado Fernando del Valle que durante un tiempo se ocupó de la contabilidad de los negocios.

El relato de la vida y el perfil de Paul Antoine Leon Clemente que hace la Fiscalía Anticorrupción en el caso Ballena Blanca tiene bastantes más aristas. En primer lugar recordó ayer, durante la vista oral, que en la puerta de su casa apareció un explosivo de gran potencia a los que había adosados una chocolatina y una moneda de 20 peniques, que entiende como un mensaje de una deuda por tráfico de drogas.

Posteriormente, la vivienda fue vendida efectivamente a Michel Curtet, un hombre fuerte del tráfico de estupefacientes, detenido en 2005 en Lisboa en una operación en la que fueron intervenidos 6.500 kilogramos de cocaína. Esta detención, según el fiscal, se atribuye en los ambientes del hampa a un supuesto chivatazo de Clemente. No obstante, él afirmó que esa acusación procedía de un morfinómano.

Las relaciones con Jean Gilbert Para también componen un episodio fundamental de su biografía. Este hombre estuvo relacionado con el fallecido Carlos Gaston, mercenario del Grupo Antiterrorista de Liberación (GAL) y la Fiscalía Anticorrupción lo vincula con la mafia marsellesa. En 2002 su vehículo apareció en un carril de Ronda con varios impactos de bala. Nunca más se supo de él. Paul Antoine Leon Clemente recordó ayer que la esposa de Jean Gilbert Para le telefoneó para comunicarle lo ocurrido y él, a su vez, informó al ex comisario de Ronda.

Sin embargo, a preguntas de su abogado, Paul Antoine Leon Clemente, que acude a las sesiones judiciales en silla de ruedas, afirmó que "nunca" ha sido llamado a declarar en relación con Curtet, Para o ningún otro individuo sospechoso. Es más, dijo que tras la operación Rompedizo fue condenado en 2006 por falsedad documental, pero fue absuelto de blanqueo y cohecho y los tribunales le devolvieron el dinero intervenido.

No obstante, Anticorrupción sostiene que en realidad los negocios que él atribuye a su mujer, de la que se separó tras la operación Ballena Blanca, en realidad eran suyos y que el restaurante Visconti, que contaba con una decena de empleados con antecedentes penales y policiales, era una mera "tapadera" para lavar capitales procedentes de actividades ilícitas. Le acusa de blanquear 1,2 millones de euros.

Según el Ministerio Público el restaurante era un negocio ruinoso. "En 2003 la situación es de quiebra técnica". El Visconti se explotaba a través de Alpine Mountains, una sociedad creada en el despacho de DVA y participada por una corporación de Delaware (Estados Unidos), que recibía "un número desproporcionado de ingresos en efectivo".

El fiscal sostiene en su escrito de acusación que entre 2001 y 2005 el capital que recibe Alpine Mountains, mayoritariamente en metálico, sumaba 703.000 euros, cantidad que supone "más dinero que el total de su cifra de negocios".

Según Anticorrupción "Paul Antoine Leon Clemente legitima los fondos de procedencia ilícita a través de las sociedades creadas por Fernando del Valle". El acusado, para el que pide tres años de prisión, "entregaba en efectivo los fondos a Del valle quien a su vez los hacía llegar a la sociedad de Delaware" para reintegrarlos al cauce legal mediante ampliaciones de capital de Alpine Mountains.

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