Málaga

Curan con corriente en un nervio del pie a personas que orinan muchas veces

  • El Hospital Clínico logra con la técnica que dos de cada tres pacientes dejen los fármacos que deben tomar de por vida para frenar la hiperactividad de la vejiga

Orinar demasiadas veces es un trastorno. Se considera patológico si son más de ocho veces al día. Hay personas que pueden llegar a miccionar hasta 40 veces. Hasta ahora, para controlar la llamada hipeactividad vesical los enfermos debían tomar una pastilla diaria de por vida. El Hospital Clínico viene aplicando una técnica que permite curar a dos de cada tres pacientes.

El tratamiento consiste en estimular un nervio cercano al tobillo con una corriente de baja frecuencia. El resultado es que la mayoría de los enfermos van menos al baño. Se sabe que funciona, aunque no muy bien por qué. Aparentemente, la estimulación del nervio con la corriente provoca que la vesícula trabaje más lentamente.

El dispositivo fue ideado por investigadores de la Universidad de Iowa (Estados Unidos) y se emplea en el hospital malagueño desde 2007. Una aguja de acupuntura se clava en el nervio tibial a la altura del tobillo. Con un aparato poco más grande que el mando de la televisión se empieza a subir la corriente hasta que llega a unos 20 hertzios. "Debe llegar al máximo umbral de molestia sin que produzca dolor", aclara Francisco Milla, enfermero del Servicio de Urología del Clínico y responsable de aplicar la técnica. La estimulación del nervio se mantiene durante 30 minutos. Sólo se hace en un pie. A la sesión siguiente se puede alternar y hacerlo en la otra pierna.

Milla matiza: "Se hace con una aguja de acupuntura, pero no es acupuntura. Lo que se da es una corriente de baja frecuencia".

Después de tres años, los resultados son muy positivos. El 68% de los pacientes pudo dejar la medicación y un 27% logró reducirla. El tratamiento sólo fracasó en un 5% de los casos. Desde entonces han sido tratados 81 pacientes; 79 por hiperactividad vesical y dos por hiperactividad del colon. Es un desorden que afecta casi exclusivamente a mujeres. De hecho, entre los 81 enfermos atendidos sólo uno era varón. La media de edad de las mujeres asistidas es de 64 años, aunque Milla indica que tiene pacientes desde 24 a 82 años.

El enfermero -que es el primero del hospital acreditado como excelente por la Agencia de Calidad Sanitaria de la Junta por su trabajo en suelo pélvico- lanza el mensaje de que este problema tiene solución: "Las mujeres no tienen que asumirlo como algo de la edad. No tiene que ver con la edad ni con el número de hijos. Hay chicas de 24 años sin hijos y se le escapa el pipí". La hiperactividad vesical puede ser seca -que es cuando hay constantes ganas de miccionar- o húmeda -que es cuando además se producen pérdidas de orina. "El mecanismo que tienen muchas mujeres es dejar de beber para ir menos al baño, pero eso no es correcto", insiste Milla.

El tratamiento dura seis meses. En los dos primeros, las sesiones de media hora se realizan una vez a la semana. Los dos meses siguientes cada quince días y los dos últimos, una vez al mes. Las pacientes que no responden al tratamiento (5%) continúan tomando fármacos. El coste de estos medicamentos es de un euro por persona y día. Milla destaca que además de la mejora que supone para una persona dejar de padecer hiperactividad vesical, para el sistema sanitario supone un ahorro en la factura farmacéutica.

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