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El pasado año hidrológico fue excepcionalmente húmedo y llovió tanto que los siete pantanos de la provincia de Málaga no dieron abasto para almacenar toda el agua que cayó. Tanto es así, que entre febrero y junio se tuvo que desembalsar para evitar que las presas se desbordaran cuatro veces más de los recursos hídricos que consume la población de la provincia de Málaga en un año. La propia Agencia Andaluza del Agua reconoce que el volumen vertido durante la época de lluvias superó los 501 hectómetros cúbicos, es decir, sólo cien hectómetros cúbicos menos de la capacidad total de almacenamiento que tienen todos los embalses malagueños.

Los embalses del sistema Guadalhorce -integrados por el Guadalhorce, Conde del Guadalhorce, Guadalteba, Limonero y Casasola- fueron los que más agua tuvieron que desembalasar para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Unos 330,5 hectómetros cúbicos que contrastan con los apenas 63,1 hectómetros cúbicos que se destinó al abastecimiento de la población de la comarca del Guadalhorce y Málaga capital durante todo el año hidrológico.

También en La Concepción, que apenas tiene capacidad para almacenar 56 hectómetros cúbicos, hubo que abrir las compuertas de la presa en varias ocasiones y soltar más de 132 hectómetros cúbicos frente a los 52,6 que se consumieron entre el 1 de octubre del año pasado y el pasado 30 de septiembre.

En el pantano de La Viñuela fue donde menos agua hubo que desembalsar, pero aún así fueron casi 40 hectómetros cúbicos a pesar de ser el embalse de mayor capacidad de la provincia.

Los comités de gestión de la Axarquía y Málaga-Costa del Sol occidental hicieron ayer públicos estos datos después de hacer balance del año hidrológico que acaba de terminar y en el que se registraron datos pluviométricos históricos. Los tres sistemas de almacenamiento de la provincia recogieron alrededor de 3.007 litros por metro cuadrado, lo que ha permitido a Málaga empezar el actual año hidrológico con el mayor volumen de agua embalsada de las últimas dos décadas.

La delegada provincial de Medio Ambiente, Remedios Martel, aseguró que con la cantidad de recursos hídricos almacenados el consumo está garantizado para los próximos dos años "sin ningún problema", lo que señaló que "nos da tranquilidad para atender todas las necesidades". No obstante, insistió en que los vertidos que tuvieron que autorizarse durante el invierno se hicieron "con el único objetivo de garantizar la seguridad".