El presidente de la Diputación de Málaga, el socialista Salvador Pendón, descartó ayer presentar su dimisión del cargo después de que la Audiencia Provincial de Málaga confirmase la condena por una falta de lesiones que le fue impuesta tras golpear a un funcionario del Ayuntamiento de Ardales y ex concejal del PP en esta localidad. La decisión judicial, que Pendón dijo no recurrirá ante el Tribunal Constitucional, obliga al dirigente provincial a abonar una indemnización de unos 1.500 euros.

Pendón justificó su negativa a abandonar la institución provincial en que lo sucedido forma parte del ámbito privado. "Una falta en el ámbito de lo privado no afecta en absoluto a mi gestión política al frente de la Diputación", expuso. En cuanto a la resolución de la Audiencia Provincial, el también miembro de la dirección regional del PSOE-A, eludió hacer consideraciones y se limitó a declarar: "Soy respetuoso con la Justicia incluso cuando no me es favorable. No tengo nada que comentar ni nada que objetar".

De otro lado, el máximo representante de la institución supramunicipal rechazó las afirmaciones emitidas el pasado martes desde el sector crítico del PSOE en las que se le vinculaba con una "posible alternativa" a la actual dirección provincial del PSOE malagueño. A este respecto, Pendón dijo no estar preparando su "asalto" a la Secretaría General de la formación ni tener "la mínima apetencia" en este sentido.

"La única preferencia que tengo para el próximo congreso del partido (que se celebrará en el mes de junio) es que el mismo salga reforzado y tome aliento y la capacidad suficiente para servir a los intereses de los ciudadanos de la provincia de Málaga", manifestó.

Asimismo, respondió a preguntas sobre las supuestas quejas expuestas por la secretaria general del PSOE de Málaga, Marisa Bustinduy, en el último comité regional de la organización, donde, al parecer, mostró su malestar después de que algunos miembros del partido aludiesen a la necesidad de renovar la actual dirección malagueña. A este respecto, Pendón dijo no tener constancia de que en dicho cónclave "se haya dicho que en unos lugares hay que pedir renovación de personas y en otros, reformulación del discurso".