La Fiesta de los verdiales es un folklore milenario de Málaga, anterior incluso al flamenco pues se considera una de sus raíces, pero ésta apenas ha evolucionado con el paso del tiempo. Sin embargo, la ciudad sí ha crecido hasta el punto de condicionar su entorno natural, el campo y los montes. Su hábitat es la misma, pero la urbe absorbió ayer a la Fiesta en su día grande. El nuevo entorno de la tradicional cita del 28 de diciembre, en el antiguo recinto ferial del Puerto de la Torre, es de circunstancias. El cambio se debe a la apertura de la nueva hiperronda, inaugurada precisamente ayer. Pero el Ayuntamiento busca con los fiesteros un nuevo emplazamiento con carácter permanente al otro lado de la ronda. El alcalde Francisco de la Torre ya habló de esta necesidad en las ediciones pasadas de la Fiesta Mayor de Verdiales, cuando la llegada de los nuevos viales eran cuestión de tiempo, pero el proyecto del futuro parque de los verdiales sigue por definir.

Los actos verdialeros del 28 de diciembre alcanzaron su mayores cotas de popularidad cuando se celebraban, décadas atrás, en la venta de El Túnel. Los complicados accesos a los montes y su espacio limitado motivaron el traslado a la popular venta de San Cayetano, en el Puerto de la Torre. Por allí pasa ahora la nueva hiperronda, por ello en la presente edición, la número 49, se ha buscado una alternativa dentro del propio distrito, pero en este caso dentro de la urbe. Singular estampa la de los fiesteros ayer junto al mercadillo del barrio y frente a una calle poblada de chalet adosados.

El futuro de la Fiesta Mayor de los Verdiales será en un nuevo parque que se construirá exprofeso para este cometido al otro lado de la ronda, prácticamente en el límite del término municipal de Málaga. De la Torre señaló ayer la necesidad de impulsar el proyecto, mientras que desde la oposición, el grupo municipal socialista aprovechó para criticar al alcalde por "incumplir su palabra" en el desarrollo de los proyectos de ciudad, "al dejar en el aire su promesa de construir un recinto permanente para la celebración de la Fiesta Mayor de los Verdiales". La reciente catalogación de la Fiesta como Bien de Interés Cultural y del Flamenco como Patrimonio de la Humanidad avalan esta actuación, tal y como subrayan los verdialeros.

"Mientras llega el futuro parque, este espacio cumple bien la función", señaló el alcalde ayer, que no se pronunció respecto a posibles plazos, pero mostró su compromiso por llevar a cabo esta iniciativa. Entre los asistentes consultados, había disparidad de opiniones. La mayoría, especialmente los más puristas, reivindicaron que los verdiales deben estar en el campo. "Hay que encontrar un sitio en el monte con eco verdialero y espacio para celebrar esta Fiesta Mayor", subrayó el reconocido fiestero Andrés Jiménez Díaz. Otros ciudadanos mostraron su satisfacción por el emplazamiento provisional por su fácil acceso y comodidad para aparcar. Al contrario que en ediciones anteriores, el tráfico no fue una complicación en la jornada de ayer. Se registraron menos retenciones por las mejores comunicaciones viarias con las que cuenta el Puerto de la Torre.

La edición de ayer, celebrada en la calle Escritora Matilde del Nido, congregó a 31 pandas de la provincia y a varios miles de personas. La cita arrancó a media mañana y se prolongó pasada las 22:00 horas. Todo el día al son de verdiales. De este modo las distintas pandas celebraron el solsticio de invierno, pues el origen de estas celebraciones proviene de las antiguas saturnales, fiestas establecidas por Roma en la Península hace 2.500 años. Pasado, presente y futuro de Málaga.