Málaga

Málaga cerró el año pasado con una tasa de paro del 30%

  • La provincia, lastrada por la construcción, está a 10 puntos del índice de desempleo nacional tras contabilizar un total de 238.200 parados en el cuarto trimestre

Decían los expertos hace dos años que Málaga podría llegar a los 200.000 parados y parecía una barbaridad. El tiempo no solo les ha dado la razón sino que se han quedado cortos y ya es raro el trimestre en el que no se supera esa cifra en la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ayer se hicieron públicos los datos del cuarto trimestre y, como era de esperar, volvieron a ser muy negativos. La provincia tenía a finales del pasado año 238.200 personas desempleadas, lo que supone una tasa de paro del 30,65%. Es la tercera más alta de España, siendo solo superada por Las Palmas (31,6%) y Cádiz (31,4%) y ya está diez puntos por encima de la media nacional.

Si se compara con la anterior oleada de la EPA -el tercer trimestre de 2010- el número de parados creció en esos tres meses en 15.400 personas. La evolución del paro ha sido espectacular pues, en el cuarto trimestre de 2007, había 88.500 parados en la provincia. La EPA es una encuesta trimestral y suele arrojar datos distintos que el paro registrado, un índice mensual elaborado por el Ministerio de Trabajo que contabiliza una a una las demandas en las oficinas de empleo. El paro registrado en Málaga en diciembre contabilizó a 183.713 desempleados, por lo que la diferencia con la EPA es de 55.000 personas, un volumen muy grande para sacar conclusiones. Es casi una cuestión de gustos entre los expertos, aunque éstos suelen dar más fiabilidad a la EPA. El aspecto más positivo de esta encuesta es que, además de la tasa de paro, ofrece el número de activos y ocupados, dos parámetros importantes a la hora de hacer un análisis pormenorizado.

En el cuarto trimestre del pasado año hubo una caída brutal en el número de ocupados, es decir, personas en edad de trabajar que están trabajando. En solo tres meses se pasó de 563.100 en septiembre a 538.900 en diciembre. Este dato es preocupante ya que esas 538.900 personas son las que tienen que soportar el peso de los 1,6 millones de habitantes que viven en la provincia. Dicho de otra forma, cada malagueño ocupado mantiene a tres personas, entre las que se encuentran los desempleados, los niños, las personas con discapacidad, los jubilados, etcétera. Por tanto, cuanto menor sea el número de ocupados, más dificultades hay para tener una economía estable y próspera.

Otra variable a tener en cuenta es la población activa, es decir, el número de personas con más de 16 años que, en principio, están disponibles para trabajar y quieren hacerlo. En el cuarto trimestre de 2010 había 777.100 en la provincia, casi 9.000 menos que el trimestre anterior pero un número similar al existente a finales de año en 2009 y 2008. En los últimos dos años las administraciones han justificado parte del aumento del paro en el fuerte crecimiento de la población activa y en cierta forma tienen razón ya que, por ejemplo, en el cuarto trimestre de 2007 había 721.000 activos, aunque también ha habido una gran destrucción de puestos de trabajo.

Ha sido la pescadilla que se muerde la cola pues, al haber más parados, muchas personas que nunca habían trabajado ni pensaban hacerlo, principalmente amas de casa, se pusieron a buscar empleo y a apuntarse a las listas del Servicio Andaluz de Empleo para echar una mano en casa. De esa forma, aumentó la población activa y, con ella, el número de parados. La tasa de paro ya está en el 30% y podría seguir subiendo. El récord, negativo en este caso, está en el 38,8% a finales de 1993.

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