El ministro de Fomento, José Blanco, era la estrella invitada en la Convención Municipal Regional que el PSOE ha celebrado este fin de semana en Málaga y, siguiendo su estilo, fue bastante claro en sus declaraciones ante los afiliados y simpatizantes del partido. Blanco aseguró que el Gobierno va a hacer un parque en el Campamento Benítez "le pese a quien le pese" y afirmó que si el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, "hubiera colaborado un poco más en lugar de buscar la confrontación y los litigios con Fomento, Málaga ya tendría ese parque en el Benítez".

Blanco vino a la capital, entre otras cosas, para apoyar la candidatura de María Gámez a la Alcaldía e incluso le echó un capote al destacar que había sido idea de Gámez hacer ese parque en el Benítez. No obstante, pese al anuncio del ministro, cabe señalar que tanto el Ayuntamiento como la Junta de Andalucía llevan meses esperando a que el Ministerio les envíe el borrador de convenio de colaboración para hacer ese recinto.

Además de ministro, Blanco es vicesecretario general del partido y dio su opinión sobre todo tipo de temas, incluyendo las habituales reprimendas al PP y a su líder Mariano Rajoy. De hecho, acusó a los populares de "negarle el pan y la sal" a Andalucía e indicó que "para el PP lo más valioso de un municipio es el suelo y para el PSOE son los ciudadanos".

El presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE en la comunidad, José Antonio Griñán, también estuvo ayer especialmente combativo y recalcó su apuesta por Gámez. Griñán indicó que "todo lo importante que se ha hecho en Málaga lo ha hecho el PSOE y lo lógico es que la ciudad la gestione una socialista como María Gámez", haciendo referencia a las obras del Metro, la hiperronda, la nueva terminal del aeropuerto o el Museo Picasso, entre otras infraestructuras.

A Griñán le han pitado los oídos durante toda la semana por el caso de los expedientes de regulación de empleo fraudulentos y ayer, ante un millar de dirigentes socialistas, reiteró la misma advertencia que hizo el sábado en este mismo escenario: los corruptos serán expulsados del PSOE y llevados a los tribunales. Griñán destacó que la política "exige honradez y un buen uso de los recursos y cuando se produce un mal uso hay que cortarlo de raíz y denunciarlo". En este sentido, el presidente del Gobierno andaluz subrayó que "no hay nada que duela más que un cargo socialista haya podido traicionar la confianza de su partido, la de sus votantes y la ciudadanía", y destacó que "desde el mismo momento" que conocieron la existencia de irregularidades en los ERE lo denunciaron, iniciaron una investigación interna, expulsaron del partido a los implicados y los llevaron ante los jueces actuando la Junta como acusación particular.

Griñán defendió la "honestidad" de su partido y, de paso, atacó con una fiereza poco habitual al PP, al acusarlo de "cerrar filas y proteger a sus corruptos". "Su código ético tiene las páginas en blanco", continuó.

Las elecciones municipales del próximo 22 de mayo estaban detrás de todos los discursos y cobraban protagonismo cada pocos minutos. Gámez volvió a insistir en que "en Málaga el cambio es más necesario que nunca" y anunció que crearía una ciudad "rica, culta y verde". La candidata socialista aprovechó la presencia del candidato del PSOE a la Alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, para lanzar un guiño a la ciudad hispalense y buscar unos mayores niveles de cooperación. Espadas recogió el guante y recordó el pacto alcanzado entre las universidades de Málaga y Sevilla dentro del proyecto Andalucía Tech para hacer programas conjuntos. "Todas las ciudades andaluzas tenemos que cooperar de forma que todos sumemos", dijo Espadas. La convención concluyó con todo tipo de abrazos y buenos deseos para las elecciones municipales. El PSOE está convencido de que vencerá, pero eso lo dirán los ciudadanos en las urnas.